Carretera Arahal-Morón: 17 kilómetros, 28 curvas y un firme prácticamente ondulado a causa del parcheo

La Plataforma Ciudadana que pelea para que se arregle la vía sale en unas horas de manifestación 

Carmen GONZÁLEZ

La carretera de A-8125, de Arahal-Morón o viceversa, tiene un total de 28 curvas, a lo largo de sus 17 kilómetros, y casi medio centenar de entradas de caminos rurales, urbanizaciones o empresas. Su firme es un continuo parcheo y a partir del kilómetro 10 se convierte, más que en firme, en ondulado en pésimo estado.

El mal estado de la vía y los accidentes que provoca, el último acabó con la muerte de una niña de 5 años el pasado mes de abril, ha puesto en pie de guerra a los vecinos de los dos pueblos, Arahal y Morón, la mayoría usuarios de la vía. Para pelear por arreglar la vía, se ha formado una Plataforma Ciudadana que ha organizado una manifestación, dentro de unas horas, en la que convocan a la ciudadanía para caminar hasta el kilómetro 11,5 de la carretera en señal de protesta por su dejadez por parte de la administración regional.

La lucha de estos ciudadanos es por cada uno de los 17 kilómetros que separan Arahal de Morón o al contrario, por cada uno de los accidentes con heridos y muertos, por cada uno de los usuarios/as que cada día circulan por esa carretera para ir a trabajar o en busca de sus lugares de residencia (hay muchas urbanizaciones en la zona).

El punto exacto donde ocurrió el accidente que acabó con la vida de la niña de 5 años. Foto: A.I.

Lucha justificada

Y su lucha está justificada. La carretera A-8125 es una vía sin arcén. La cuneta se convierte entonces en una trampa que puede ser mortal para el conductor. En algunos tramos, los árboles, olivos e higueras, están prácticamente encima de la carretera, tal como pasa a la altura de la conocida como entrada de la Huerta de las Monjas, a unos dos kilómetros de Arahal.

Desde el primer tramo, el firme de la carretera es un continuo parcheo. Hay agujeros de todos los tamaños o parches de alquitrán con tamaños que van desde un metro de diámetros a 10, a veces en el margen derecho, otras en el izquierdo.

A partir del Kilómetro 9, dirección Morón de la Frontera, el parcheo se extiende uniformemente por tramos en función a los distintos arreglos que ha sufrido la carretera en los últimos años. Así está hasta dos kilómetros antes de llegar a la primera rotonda que anuncia ya la entrada al casco urbano de esta localidad, a partir de ahí ir en coche se convierte en un paseo por cualquier cacharrito de feria. Y sigue sin haber arcén.

La cuneta a casi un metro de profundidad. Foto: A.I.

Hay casi medio centenar de entradas a la vía. Una de las más peligrosas es la del Cortijo de María Zata, en el margen derecho dirección Morón, donde prácticamente no hay visibilidad, un cambio de rasante termina a pocos metros de la entrada de esta Hacienda. Un espejo, en malas condiciones y posiblemente colocado por los propietarios de la finca, es el único elemento que dar cierta seguridad a la salida, porque refleja al vehículo que viene sentido Arahal con el tiempo suficiente para poder salir.

De las 28 curvas de la carretera, hay algunas que entrañan especial peligro, unas porque son muy cerradas y otras porque están muy seguidas. La primera de estas curvas se sitúa en un lugar donde hay instalado un control de Tráfico que parece no funcionar. Esta curva da entrada a una zona de chalet y bares de carretera y campo.

Áreas de urbanizaciones hay varias con relevancia. Por esta vía llegan a sus casas varios cientos de personas que viven en las zonas denominadas Los Claveles, Llano Verde. Arenal Verde, Santo Cristo, Los Olivares, además de a la empresa Amarillo Corn, una finca en la que pueden llegar a trabajar más de medio centenar de vecinos, sobre todo de Arahal. Un poco más adelante, en otra entrada, está Valleverde, otra urbanización importante  que asegura una afluencia importante de usuarios en circulación a distintas horas del día por la A-8125.

Entre las curvas más peligrosas están tres que hay entre el kilómetro 1 y el 7. Y dos puentes que, conocidos como el de Saladillo y La Alameda, nombre de los arroyos que pasan por ellos y que en crecidas obligan a cortar la carretera, sobre todo el último. Este problema de inundaciones lo sufría la vía en otros tramos en los que aparece el firme roto y de nuevo mal parcheado porque han tenido que meter tubos más anchos para que pase el agua entre una cuneta y otra y no inunde la carretera.

Hay tramos de esta carretera en los que se puede ir a 90 kilómetros por hora. Y por ella circulan a diario autobuses de la línea regular que van hacia Sevilla pasando por Arahal o al contrario, camiones y gran cantidad de tractores debido a que todo lo que rodea la vía son tierras de labor, además de algunas empresas de ganado y aceitunas.

Espejo situado frente a la entrada de María Zata. Foto: A.I.

Todo esto descrito se suma a los cientos de usuarios que viven en las urbanizaciones o van y vienen de trabajar de Morón y su área de influencia o al contrario.

Si aún la Junta de Andalucía no lo considera una actuación prioritaria, que vengan sus técnicos y la recorran con papel, lápiz, cámara de foto y cinta métrica en la mano. O con luz y taquígrafo.

Y para qué hablar de los heridos y muertos en accidente de tráfico en los últimos años, la última, una niña de 5 años, con madre arahalense y padre de Morón, compartida como la misma carretera en la que murió.

Numeroso tráfico de tractores, coches, camiones y autobuses. Foto: A.I.