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Sociedad

¿Cómo cuidar la salud auditiva de cara a la tercera edad?

El cuidado de la salud debe ser una prioridad para todos. Aunque la gran mayoría no duda en visitar a un especialista cuando presenta dolores de cabeza o estómago, son pocos los que valoran la importancia de acudir a un centro auditivo para revisar el estado de su audición.

Si bien la incapacidad para oír puede afectar a personas de diferentes edades, los adultos mayores son los más vulnerables. Por fortuna, ahora es posible someterse a una  audiometría gratuita en Madrid. Mediante este examen se evalúa la capacidad de escuchar los sonidos y determinar el tratamiento adecuado según los resultados.

¿Qué es exactamente la pérdida de audición?

Existe una gran confusión entre la pérdida de la audición y la sordera. Mientras la primera se refiere a incapacidad para escuchar bien, la segunda implica una condición profunda en la que se oye muy poco o nada, por lo que compromete la posibilidad de comunicarse a través del lenguaje hablado.

Si bien la patología se agudiza cuando se presenta en ambos oídos, hablamos de una condición discapacitante una vez que la disminución de la capacidad de escuchar supera los 35 decibelios.

Se estima que alrededor del 5% de la población mundial experimenta algún tipo de deficiencia auditiva discapacitante y requiere rehabilitación.

Actualmente, los dispositivos de apoyo son la solución más común al problema. Aunque sobran las alternativas, Orticon se consolida como marca pionera en el mercado. El nivel de calidad se evidencia en cada producto, prueba de ello son los audífonos Oticon Real que combinan diseño ergonómico con lo último en tecnología.

¿Cuál es su origen?

Lejos de lo que muchos asumen, la condición no es exclusiva de los adultos mayores, ya que puede obedecer a factores genéticos e infecciones intrauterinas durante el periodo prenatal, entre ellas la rubéola.

En la etapa perinatal, es común su desarrollo cuando los neonatos sufren deficiencia de oxígeno al momento del parto, nacen con bajo peso o experimentan hiperbilirrubinemia.

A lo largo de la infancia y adolescencia, es posible que se presente como daño colateral de la otitis, sobre todo, cuando tiende a ser crónica o repetitiva. La presencia de líquido en la cavidad auditiva es otra causa habitual, al igual que la meningitis y otras infecciones agudas.

En la edad adulta, puede estar sujeta a enfermedades crónicas, abuso del tabaco, traumatismos, exposición contínua a ruidos fuertes, deficiencias alimentarias y consumo de medicamentos ototóxicos. Mientras que a partir de los 50 años, es considerada un efecto de la degeneración neurosensorial.

La revisión periódica es la clave

La pérdida de la capacidad auditiva o hipoacusia es una condición que puede acarrear múltiples problemas, de hecho, en muchos casos, llega a comprometer la calidad de vida. En este sentido, los especialistas recomiendan realizarse una audiometría a partir de los 65 años.

A través de un estudio especializado es posible conocer el nivel de deficiencia y elegir la tecnología adecuada para recuperar la parte de la audición perdida.

En cuestión de minutos, un audiólogo ofrece un diagnóstico exacto el cual, de ser oportuno, puede frenar el avance y evitar que la discapacidad se torne demasiado pronunciada.

Ventajas de las revisiones auditivas

En su portal oficial, la Organización Mundial de la Salud alerta respecto a la importancia de la atención otológica y audiológica como parte del cuidado integral de nuestro cuerpo, sobre todo, considerando que muchas de las causas que provocan la condición pueden prevenirse.

Particularmente hablando de los adultos mayores, los estudios especializados permiten diagnosticar el problema de forma precoz, ralentizar su avance y evitar que llegue a un nivel pronunciado.

Seguimiento de la capacidad auditiva

Considerando que la pérdida de la audición forma parte del envejecimiento, las revisiones periódicas sirven para determinar el tratamiento correcto. En caso de adultos mayores que utilizan audífonos, la consulta médica resulta oportuna para verificar el funcionamiento del dispositivo.

Además de la posibilidad de medir el nivel de la condición, el chequeo médico permite detectar enfermedades vinculadas al órgano auditivo, entre ellas, infecciones y procesos inflamatorios, así como patologías severas o trastornos capaces de conducir a una pérdida total de la audición.

Detectar tapones de cera y falta de higiene

Si bien la presencia de cerumen en el canal auditivo es un proceso natural, su acumulación excesiva conduce al desarrollo de tapones que impiden escuchar con claridad.

En ocasiones, los pacientes no son conscientes de que los tienen hasta que generan molestias, sin percatarse que este puede ser el origen del problema auditivo y que retirarlos es la solución.

Algo similar sucede con la higiene. El exceso de suciedad afecta a los oídos a corto plazo. El audiólogo es la figura indicada para orientar respecto a la forma adecuada de limpiarlos.

Finalmente, no podemos olvidar que son los especialistas quienes pueden ofrecernos consejos clave respecto al cuidado que debemos brindarle a nuestros canales auditivos, así como las indicaciones exactas de acuerdo al diagnóstico individual.

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