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Las aceitunas manzanillas y gordal serán productos únicos, protegidos y localizados en el mundo

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Foto: A.I.

 

La Indicación Geográfica Protegida (IGP) establecerá la trazabilidad del producto y se podrá promocionar atendiendo a la calidad y tradición

C. GONZÁLEZ

La Asociación para la Promoción de las Aceitunas Sevillanas de las variedades Manzanilla y Gordal nace con dos objetivos: proteger en el mercado este producto concreto con la Indicación Geográfica Protegida (IGP) y promocionarlo en función a la calidad y tradición. Fue los dos conceptos que han quedado claro esta tarde en una jornada, organizadas por la COAG en la Casa del Aire.

La jornada han sido inaugurada por la  delegada Territorial de Agricultura y Medio Ambiente, Dolores Bravo García y el alcalde, Miguel Ángel Márquez, así como el Secretario Provincial de COAG, Ramón García Martín. También ha asistido el Secretario Provincial de COAG, Ramón García Martín. Entre el público agricultores y empresarios de Arahal, principalmente, Morón de la Frontera y Carmona.

La primera ponencia corrió a cargo de José Antonio Cruz Mejías, gerente de la Asociación para la Promoción de la Aceituna Sevillana de las variedades Manzanilla y Gordal. Habló de por qué decidieron pedir la IGP de las dos variedades mencionadas, una necesidad evidente ante un mercado que no distinguía ni por lugar de procedencia ni variedad, la única distinción era aceituna verde o negra.

Las razones son evidentes. Con ese tratamiento uniforme, el precio es siempre a la baja y la cadena de valores, es decir lo que ganan todos los participantes en el proceso desde que la aceituna se coge en el campo hasta que llega al plato de consumidor, se carga más hacia el lado del que la comercializa y vende, dejando al agricultor sin cubrir ni siquiera los gastos.

Por tanto, lo primero que se plantea esta Asociación, en la que están representadas las cooperativas y empresas más importantes de la provincia, es establecer la diferenciación del producto que venden en la variedad de manzanilla y gordal, además de sus distintos aderezos y aliños. La denominación de origen no era posible por culpa precisamente de los aderezos.

Como dijo Antonio Rodríguez, uno de los responsables de la COAG, “hasta que no haya anchoas en el Guadalquivir”. Se puede garantizar el origen de las aceitunas pero no de los productos que se utilizan para su aliño y relleno, como es el caso de la anchoa o el pimiento.  Y  teniendo en cuenta que más de la mitad de la producción se vende para relleno, pues esta sería la cantidad que se quedaría fuera de haber solicitado la denominación de origen.

Trazabilidad del producto

Foto: A.I.

Llegados a este punto, a la Asociación le quedó claro que hay que solicitar la Indicación Geográfica Protegida (IGP) para la aceituna manzanilla y gordal de forma que cuando el producto llegue al consumidor, incluya la trazabilidad en la etiqueta y sea perfectamente identificable y esté garantizado.

Una vez solicitado el IGP, los agricultores promocionarán el producto. “Hay que reconquistar el mercado nacional y la estrategia es diferenciar el producto basándose en dos valores: la calidad y la tradición”, explicó José Antonio Cruz. También dijo que una vez conseguido el IGP, nadie podrá utilizar por ejemplo “aceitunas de estilo sevillano” sin que se arriesgue a una demanda judicial.

A partir de abril de 2015, se dará un paso más adelante creando el Consejo Regulador de Aceituna Sevillana Manzanilla y Gordal y registros para que se apunten por sectores las empresas que forman parte del proceso, desde que la aceituna sale del campo hasta que llega a la mesa. Ese registro supondrá seguir unas normas, por ejemplo, toda la aceituna que se certifique tiene que cultivarse en olivos de la zona marcada por el IGP, todos los pueblos de la provincia de Sevilla y 11 de Huelva. La aceituna debe conservar sus propiedades organolépticas en cuanto al olor, sabor y textura.

Para seguir en esta línea, encargarán también un estudio antropológico de la aceituna sevillana como manifestación cultural, en conjunto con la Universidad de Sevilla. Y seguidamente solicitar a la Unesco que sea reconocido como un producto Patrimonio de la Humanidad por la calidad y la forma de recolección.

Zona de IGP. Foto: AI.

La segunda de las ponencias la ha impartido Joaquín Figueroa Moreno, Servicios Técnicos COAG Andalucía, y versaba sobre la “Situación del sector de la Aceituna de Mesa/Interaceituna”. Expuso las propuestas de COAG en la Interprofesional (organización donde están representados todos los sectores que intervienen en el proceso productivo). Una de las más importantes son los “contratos tipo” que son compatibles con la normativas comunitarias.

Figueroa Moreno  señaló también el trabajo de esta organización por mejorar la calidad del producto y de todos los procesos que intervienen en la cadena alimentaria, otra de las propuestas que se suma a la necesidad de elaborar un estudio de la cadena de valor, saber cuánto cuesta producir la aceituna y por cuanto se vende. Según los datos que baraja la COAG, hasta un 500 por cien se multiplica el valor desde que sale del campo la aceituna hasta que lleva al supermercado, pasando de 0,66 céntimos a 4,58 euros. Y la mayor parte de estasganancias se las quedan en la última fase del proyecto.

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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