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Salud

Evitar la legionella depende del mantenimiento de los controles en los aparatos de refrigeración

INFORMACIÓN PATROCINADA POR BIOPLAGAS

Su control en España está obligado por ley desde 1996

El peligro de transmisión de la enfermedad se encuentra en edificios con sistemas de refrigeración

A.I.

En cuanto comience el buen tiempo, Bioplagas aconseja realizar los tratamientos pertinentes contra la legionella en establecimientos como hoteles, hospitales, residencia de ancianos. Es precisamente en ellos donde existen los sistemas de agua y aire acondicionado que son la principal fuente de contagio  de una enfermedad que puede ser mortal.

Según la página webconsultas, la legionella es una infección pulmonar originada por alguna bacteria de la familia Legionellaceae, especialmente la Legionella pneumophila (que es la responsable del 90% de los casos), que se caracteriza por neumonía con fiebre alta. También conocida como enfermedad del legionario, su nombre deriva de que el brote original de esta bacteria aconteció durante una Convención de la Legión Americana en Philadelphia, en 1976.

Síntomas

Los síntomas más comunes son fiebre, tos fuerte, diarrea, dolores musculares o dificultad para respirar. La legionelosis o legionella afecta de dos a tres veces más a hombres que a mujeres y es rara en niños; si la patología se trata a tiempo, el índice de mortalidad no supera el seis por ciento.

Las bacterias que causan esta enfermedad tienen su hábitat natural en aguas estancadas, y proliferan en general en ambientes cálidos y húmedos, es decir, sistemas de agua y aire acondicionado de los grandes edificios como oficinas, hospitales, hoteles, centros comerciales, spas… Las bacterias se inhalan al respirar y comienza la infección.

La legionella no se contagia persona a persona, ni se contrae al beber agua ni a través de los alimentos; para resultar infectado se ha de inhalar agua pulverizada en forma de aerosol, como gotas minúsculas.

Una simple gota de agua con esta bacteria puede contagiar la enfermedad. Pero no sólo aires acondicionados de grandes edificios, cualquiera de las terrazas de verano con sistemas de aspersión de agua tiene riesgo de acumulación de este tipo de bacterias. Por eso el control debe ser exhaustivo, además de estar obligado por la ley en España desde 1996.

No obstante, a nivel particular no hay obligación de tomar este tipo de medidas, aunque los usuarios deben revisar y mantener en las mejores condiciones los sistemas de agua y refrigeración de los edificios.

La legionella tiene un periodo de incubación de entre dos y 10 días y sus manifestaciones clínicas se parecen a las de las neumonías atípicas, con una sintomatología respiratoria variable (que al principio puede incluso confundirse con la gripe), así como alteraciones de diversos órganos, hígado, riñón, tracto intestinal y cerebro, que pueden ser más o menos severas en función del estado previo del afectado.

 

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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