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Sociedad

El cura de Benacazón no permite a una joven con síndrome de Down ser madrina de bautizo

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El pleno siglo XXI, una joven con síndrome de Down ha sido discriminada por un cura. Ha ocurrido en Benacazón, en el Aljarafe sevillano, donde el cura del pueblo ha negado a una joven con síndrome de Down el derecho a ser madrina de bautizo, alegando que “no es apta”.

Este hecho, junto a una larga serie de discriminaciones hacia personas transgénero, divorciadas y familias no tradicionales, exige una respuesta inmediata del Arzobispado de Sevilla. Pedimos su destitución y una disculpa pública.

Su padre ha iniciado una recogida de firmas en Change.org, que ya han apoyado más de 3.000 vecinos, cuyo texto es el siguiente:

 

Los vecinos y vecinas de Benacazón, junto a todas las personas que creemos en una Iglesia abierta, humana y coherente con el mensaje de Cristo, solicitamos la destitución inmediata del párroco de nuestra localidad.

Hace unos días, Noelia, una joven con síndrome de Down, fue rechazada por este sacerdote para ser madrina de bautizo de su sobrino. La razón: según él, “no era apta” para ejercer ese papel.

Noelia ha hecho su Comunión y Confirmación, participa activamente en la fe y encarna con pureza y alegría los valores del Evangelio. Negarle este derecho no es un acto administrativo: es una discriminación cruel e injusta, que contradice el mensaje de amor, respeto y acogida que la Iglesia debe representar.

Pero este no es un caso aislado. En nuestra comunidad se han producido múltiples actos de exclusión bajo el mismo criterio intolerante:

Personas transgénero, rechazadas o juzgadas por su identidad.
Personas divorciadas o en nuevas uniones, apartadas de la participación plena en la vida parroquial.
Padres y madres no casados o solteros con hijos, a quienes se les niega el derecho de bautizar o apadrinar.
Este patrón de comportamiento viola los principios de igualdad y dignidad humana, y se opone directamente a las enseñanzas del Papa León XIV, que llama a una Iglesia misericordiosa, cercana y libre de prejuicios.

La fe no se mide por diagnósticos ni por estados civiles, sino por el amor y la entrega.
Una comunidad cristiana no puede ser cómplice del desprecio hacia quienes más necesitan acogida.

Por ello, solicitamos al Arzobispado de Sevilla:

La destitución inmediata del párroco de Benacazón.
Una disculpa pública y rectificación oficial hacia Noelia, Isabel, Manuel y las familias afectadas.
El nombramiento de un nuevo párroco que represente la verdadera esencia cristiana: la empatía, la inclusión y el amor al prójimo.

Periodista corresponsal de la Agencia EFE, El Correo de Andalucía, eldiario.es... entre otros medios. Cubre principalmente Huelva y Sevilla en varios medios radiofónicos y prensa digital.

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