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Estepa

La «gota fría» provoca graves daños en la cosecha de aceitunas en la Sierra Sur

La «gota fría» provoca graves daños en la cosecha de aceitunas en la Sierra Sur.

La Sierra Sur se ha visto azotada por la anunciada «gota fría» o lo que es lo mismo depresión aislada en niveles altos (DANA), según Aemet. Los daños más importantes se han registrado en los campos de olivar, sobre todo en las fincas entre Estepa y Pedrera.

Aunque es pronto para calcular los daños, al menos un 50% de la cosecha se ha caído al suelo a causa de las tormentas de granizos, cuatro o cinco cayeron seguidas por algunas zonas. Las cooperativas de aceituna de mesa y de aceite de ambas localidades evaluarán los daños a los largo de la semana, pero ya saben que el verdeo ha empezado antes de terminar en buena parte de las fincas.

Evaluación de daños de las cooperativas

El paisaje en el campo en estas zonas era desolador esta mañana. Las aceitunas formaban una alfombra  al pie de muchos olivos, no había quedado ni una en el árbol. Antonio Jiménez, gerente de la Cooperativa de Aceitunas de Mesa Getsemaní de Pedrera, dice que jamás había visto algo igual. «Si hubiese caído una granizada, lo mismo solo daña un poco la aceituna, pero es que la tormenta se repitió cuatro o cinco veces». Y eran granizos de un tamaño considerable, de manera que en las áreas donde la tormenta se ha cebado, no ha quedado «ni una aceituna en el olivo».

También en Estepa, el director gerente de Oleoestepa, Álvaro Olavarria, aseguraba que los daños en el olivar eran cuantiosos aunque todavía no se había concretado. Desde esta cooperativa de segundo grado habían enviado a sus técnicos agrícolas a varias fincas para poder evaluarlo, por lo que hasta al menos final de semana no se sabrán las pérdidas. Pero, aseguraba Olavarria, que en muchas fincas, sobre todo la situadas al sur de Estepa, el verdeo había terminado.

El alcalde de Pedrera, Antonio Nogales, visitaba hoy las dos cooperativas de la localidad, para saber el alcance de los daños. Sólo tenía noticias de que había zonas muy afectadas, donde la campaña ni empezaría. Pero ya habían avisado a los técnicos de la Oficina Agraria Comarcal para que estudiaran la situación y evaluaran daños.

Calles cubiertas de barro y maleza

Nogales se repartían visitando también las zonas del casco urbano en las que la lluvia torrencial caída en dos horas la tarde del lunes había arrastrado maleza y hojarrasca anegando calles, cortando carreteras comarcales y caminos.

Cuando vio caer la tormenta, el alcalde pensó que los daños serían mucho mayores. La dos calles principales de Pedrera, Primero de Mayo y Santo Cristo, quedaron cubiertas de barro que los operarios municipales limpiaban desde que arreció la lluvia durante la noche del lunes. «Los primeros trabajos fueron para que los coches pudieran al menos circular», explica Nogales. esta mañana ha seguido limpiando.

En Estepa, igual. Por su orografía, los principales daños se han concentrado en el polígono industrial Sierra Sur donde se produjeron inundaciones, afectando a dos fábricas de mantecados, La Fortaleza y el Santo. En la primera incluso la fuerza del agua reventó una puerta y entró en las instalaciones que esta mañana ya arreglaban. Esta zona centró la intervención de los servicios de emergencias, bomberos y Policía Local que actuaron para poder evacuar los embolsamientos de agua.

Hasta los vecinos, limpian

Y esto pasó incluso después de las precauciones que había tomado el alcalde, Antonio Jesús Muñoz, semanas antes cuando supo que llegaba la «gota fría». En estos últimos días, los operarios había limpiado de maleza los imbornales para que en el caso de lluvia, el agua corriera bien. Pero la tromba que cayó en tan poco tiempo, 82 litros por metros cuadrado, no pudo evitar la inundación y bolsas de agua sobre todo en la parte baja de Estepa. De todos los daños, el alcalde estepeño destaca la caída de un muro en una vivienda deshabitada de la calle Dehesa, «el agua arrastró todo el material hacia la calle pero afortunadamente no vivía nadie en ella».

Esta mañana de martes, hasta los vecinos de ambas localidades se afanaban en limpiar todas las calles y casas del barro arrastrado por la lluvia para dejar el pueblo de nuevo limpio. Ambos alcaldes agradecían al menos que no se registraran daños personales. Ahora lo preocupante es, sin duda, saber cómo enfrentar la campaña del olivar, sobre todo en Pedrera, donde un elevado número de vecinos se dedica a la agricultura.

En Estepa ha comenzado recientemente la campaña del mantecado, época del año en la que prácticamente no hay paro en el pueblo.

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Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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