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Coronavirus

Cuando el estado de alarma no importa porque no tienes dónde confinarte

Francisco Javier (40 años), y su hija Violeta (20) viven y duermen en la calle hace una semana más o menos. Su historia no es más que la de muchas personas a las que el estado de alarma y confinamiento les ha cogido sin sitio donde resguardarse. Pero quieren salir de esa situación, por lo que esta semana han acudido al Defensor del Pueblo andaluz para pedirle amparo.

Naturales de la localidad sevillana de Bormujos, el Ayuntamiento afirma que les han dado amparo en todo lo legal que tienen al alcance. Con las limitaciones de carecer de un albergue de transeúntes, el municipio, como reconoce José Antonio en el escrito entregado en el Defensor, les ha proporcionado alojamiento 15 días en un hostal de la vecina localidad de Camas, pero han tenido que dejarlo pasado el plazo.

«Se atiende a todos los casos»

“Se atienden todos los casos que nos llegan, y más en estos momentos. A ellos Se les ofrecen alternativas habitacionales, ayudas económicas y empleo, y cada usuario es libre de aceptar o no la ayuda”, explican las fuentes, que señalan que padre e hija han sido atendidos “y se mantiene la atención que precisan en los servicios sociales”.

Francisco Javier narra que hace unos días tuvieron que irse de la casa de su padre. Discrepancias que quedan en el ámbito familiar provocaron que se vieran en la calle, y ahora “queremos trabajar, no caridad”.

“He trabajado de todo, de jardinero, peón, cocinero, en todo lo que he podido, y mi hija es cocinera y peluquera”, resume. No lo han tenido fácil. Él lleva dos años alejado de cualquier droga, y su hija ha estado hasta los 17 protegida en centros de menores de la Junta de Andalucía.

Estado de alarma

Con esa premisa, afirman que lo tienen complicado, pero no se resignan. Mientras encuentran trabajo, cada día “bajamos a Sevilla, a los comedores sociales, a la Cruz Roja a tomar café caliente, y por la noche dormimos en El Arenal o bajo el puente de Triana, resguardado de que nos puedan crear algún problema por dormir al raso.

Aparte de que volver a Bormujos tras pasar el día en Sevilla es más problemático, la capital andaluza ofrece más posibilidades a la hora de encontrar rincones en los que dormir sin techo. Por ahora, dicen no han tenido problemas por el estado de alarma, que implica que nadie pueda estar en la vía pública durante la madrugada.

“Llega el invierno, con frío, lluvia. Estamos durmiendo en la calle”, dice Francisco en el escrito entregado al Defensor del Pueblo, al piden que “nos ayude con el alojamiento, que es lo más fundamental para el ser humano”.

Periodista corresponsal de la Agencia EFE, El Correo de Andalucía, eldiario.es... entre otros medios. Cubre principalmente Huelva y Sevilla en varios medios radiofónicos y prensa digital.

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