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Sucesos

La violencia machista mató a una mujer en España cada 7,6 días durante 2024

El asesinato de 48 mujeres por violencia machista en 2024 supone la cifra más baja de víctimas mortales a manos de sus parejas o exparejas desde que se tienen datos y es un 17,2 % más baja de la que se registró en 2023. Aun así, el pasado año una mujer resultó asesinada cada semana (7,6 días) por violencia de género. El 31 % de las víctimas, tras cuyo asesinato quedaron huérfanos 40 menores de edad, habían presentado denuncias previas contra sus agresores.

Ese mismo año, 9 menores murieron a manos de las parejas o exparejas de sus madres, por lo que el número de niños y niñas víctimas de violencia vicaria desde que se tienen registros (2013) asciende a 62. El agresor fue, en el 85,5 % de estos casos, el padre biológico de los menores.

En cuanto a la violencia doméstica, 4 hombres fueron asesinados en 2024 por mujeres dentro del ámbito de la pareja o expareja. El año pasado no se registraron asesinatos causados por la violencia intragénero (en el seno de parejas o exparejas del mismo sexo, tanto de hombres como de mujeres).

Estos y otros datos se incluyen en el “Informe sobre víctimas mortales de la violencia de género y doméstica en el ámbito de la pareja o expareja, año 2024”, hecho público hoy por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial. El estudio pone de manifiesto un descenso del número de asesinatos de mujeres en la segunda mitad de la serie histórica (2014-2024), mejora que coincide con la consolidación y perfeccionamiento de los mecanismos y herramientas de las distintas administraciones contra la violencia de género. A pesar de estas mejoras, el informe advierte de que 48 asesinatos constituyen una cifra intolerable que evidencia la necesidad de seguir manteniendo y perfeccionando las políticas de protección pública a las víctimas de violencia de género.

La observación de la serie histórica de muertes por violencia machista muestra una menor incidencia en la segunda mitad del periodo, que va de 2014 hasta 2024. Así, de 2003 a 2013 se registraron una media de 65,9 crímenes cada año, mientras que entre 2014 y 2024 el promedio anual se situó en 52,4. Tomando en consideración el periodo completo (2003-2024), la violencia de género se ha cobrado 58,7 vidas cada año.

La misma evolución se produce poniendo en relación el número de mujeres asesinadas con la población: en la primera mitad del periodo histórico hubo 3,36 mujeres asesinadas por cada millón de mujeres de quince o más años; en la segunda mitad, la tasa descendió a 2,56. Si se toma en consideración el periodo completo (2003-2024), el número de crímenes machistas por cada millón de mujeres mayores de quince o más años es de 3,24, un 31,2 por ciento más alta que la correspondiente a 2024, que se situó en 2,23.

El perfil de la víctima

Los datos objetivos obtenidos de los expedientes judiciales permiten trazar un perfil de las víctimas en función de su edad, nacionalidad y relación con el agresor. Estos tres indicadores bastan para mostrar que la violencia de género es un fenómeno caracterizado por su diversidad, pues su impacto alcanza a todos los ámbitos y orígenes.

La media de edad de las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas durante 2024 fue de 44,5 años, casi tres años más alta que la media de edad de las víctimas de toda la serie histórica, que es de 42,8 años. En 2024, la víctima más joven tenía 15 años y la de más edad, 76.

En 2024, la mitad de  las mujeres asesinadas por violencia de género tenían entre 26 y 45 años, una franja de edad que representa a menos de la tercera parte de la población de mujeres mayores de quince años. El siguiente grupo de edad con mayor número de víctimas mortales (20,8 por ciento) es el que va de 46 a 55 años.

40 menores huérfanos

 Los 48 crímenes machistas de 2024 dejaron a 40 menores de edad en situación de orfandad por el asesinato de sus madres. La mitad de las mujeres asesinadas (24) tenían hijos con menos de 18 años.

Si se tienen en cuenta también los hijos e hijas mayores de edad, la cifra de huérfanos asciende a 82. Ocho de cada diez víctimas (83,3 %) tenían al menos un hijo o hija.

Siete de cada diez víctimas mortales (66,7 %) de 2024 mantenía la convivencia con el agresor en el momento en el que se produjo el crimen, un porcentaje superior al de 2023, que fue del 60,3 por ciento, y al de la serie histórica desde 2003, que es del 62,2 por ciento.

Casi la mitad de las 48 víctimas mortales de 2024 (41,7 %), tenían o habían tenido con anterioridad al crimen un vínculo matrimonial con el agresor. Según los datos contenidos en los expedientes judiciales, consta la existencia de una relación afectiva en el 70,8 % de los casos, mientras que en el 29,2 % restante esa relación ya se había extinguido. El pasado año no se registraron casos en los que el asesinato se produjo en una situación transitoria de la relación, es decir, durante un proceso de separación matrimonial o de crisis de convivencia.

Nacionalidad de las víctimas

El pasado año hubo el mismo número de víctimas mortales españolas que de otras nacionalidades (24). El porcentaje de mujeres extranjeras asesinadas en 2024 (50 %), procedentes de quince países diferentes, es superior tanto al que se registró en 2023 (44,8 %) como a la media histórica, que es del 35,8 por ciento.

El análisis de las áreas geográficas de procedencia de las víctimas mortales de 2024 que tenían nacionalidades diferentes a la española sitúa al continente americano en primer lugar, con el 45 por ciento. El segundo es Europa (29,2 %) y el tercero, África (25 %).

Circunstancias de la agresión

El domicilio, común o de uno de los miembros de la pareja, es el lugar en el que se produjeron el 76,1 % de los crímenes machistas de 2024. Esta circunstancia se mantiene constante en la serie histórica, al tratarse del lugar del crimen en el 75,6 % de los casos ocurridos desde 2003. En el 74,3 por ciento de los asesinatos ocurridos en el interior de domicilios o en sus zonas comunes, se trataba de una vivienda compartida por víctima y agresor.

El medio más utilizado en 2024 para cometer los crímenes machistas fue el arma blanca, empleada en el 40,9 % de los casos respecto de los que se conoce este dato (en tres de ellos, no consta el medio utilizado para cometer el crimen). En el 20,5 % de las muertes del año pasado fueron causadas por arma de fuego.

En 2024, el mes del año con un mayor número de asesinatos machistas fue julio, con un 16,7 por ciento; el día de la semana, el viernes, con el 22,9 % de los casos registrados.

Distribución por localidades

Las localidades en las que se produjeron el mayor número de asesinatos machistas, 12 de los 48 registrados en 2024, fueron las comprendidas en el tramo de población de entre 10.001 y 25.000 habitantes. La tasa media de muertes por cada millón de habitantes más alta de toda la serie histórica (1,7) se sitúa también en ese mismo grupo de localidades.

Características de los agresores

El perfil de los agresores se corresponde con el de un hombre de más edad que la víctima en el 70,8 % de los casos y de nacionalidad española en el 64,6 por ciento. En el 43,8 % de los crímenes, víctima y agresor no compartían nacionalidad.

La edad media de los agresores fue de 49 años, lo que significa que eran 4,5 años más mayores que sus víctimas. En 2024, el agresor más joven tenía 17 años y el de más edad, 86. La edad promedio de la serie histórica, que ha ido aumentando progresivamente, se sitúa en 46,8 años.

Algo más de la mitad de los agresores, el 52,1 por ciento, fueron detenidos tras cometer el crimen y sólo el 12,1 % se entregaron. Uno de cada cuatro (25 %) se suicidaron, un porcentaje superior al de la serie histórica, que se sitúa en el 22,4 % de los casos.

En 2024, el promedio de edad de los agresores que se quitaron la vida fue de 53,3 años y el medio más empleado en el 66,7 % de los casos de suicidio, fue el arma de fuego. Se da la circunstancia de que entre 2003 y 2024 el 65,9 % de los asesinatos cometidos con arma de fuego terminó con el suicidio del agresor.

Denuncias previas

Quince de las cuarenta y ocho víctimas mortales de la violencia machista en 2024 habían presentado denuncia previa contra sus agresores, lo que representa casi un tercio de ellas (31,3 %). Ocho de esas quince mujeres mantenían la convivencia con su agresor en el momento del crimen; en cinco de los casos, existía una medida de alejamiento en vigor.

La media de edad de las víctimas que presentaron denuncia previa fue de 40,8 años, siendo las situadas de 26 a 35 años y las de 36 a 45 las que lo hicieron en mayor medida: el 58,3 % de las víctimas estaban en el primero de esos tramos de edad y el 33,3 % en el segundo.

Como en años anteriores, el porcentaje de víctimas que habían denunciado a sus agresores es superior entre las de origen extranjero (33,3 %). Entre las de nacionalidad española, desciende al 29,2 por ciento.

El año pasado, la violencia machista se cobró la vida de otras 7 personas cercanas a las mujeres asesinadas. Entre 2003 y 2024 se han registrado 69 casos de homicidio múltiple, con un total de 83 personas asesinadas de las que 43 eran hijos e hijas menores de las víctimas.

Violencia vicaria

El informe recoge los datos relativos a los asesinatos de menores, hijos e hijas de las víctimas, en el contexto de lo que se conoce como violencia vicaria, una forma de criminalidad con víctimas de extrema vulnerabilidad a la que el Observatorio quiere dar visibilidad con el fin de aportar herramientas de conocimiento que puedan servir de apoyo en la adopción de decisiones por los órganos judiciales.

En 2024, un año especialmente trágico, 9 menores fueron asesinados por 6 agresores, padres biológicos de siete de ellos. Estas víctimas elevan a 62 el número de menores asesinados desde 2013, año en el que se empezaron a contabilizar, lo que supone que desde entonces se han registrado 5,2 casos cada año.

El promedio de edad de los menores asesinados el año pasado, 5 niñas y 4 niños, fue de 6,2 años. Si se tiene en cuenta la serie histórica, el 74,2 % de las víctimas, varones y mujeres en igual proporción, tenían menos de 10 años. En cuanto a su nacionalidad, 5 de los menores eran españoles. Entre 2013 y 2024, tenían nacionalidad española el 74,2 % de ellos.

Cuatro de los menores asesinados en 2024 convivían en el momento del crimen con su agresor, un hombre con una edad media de 36,8 años. La convivencia se dio en el 77,4 % de los casos en la serie histórica. Siete de los menores eran hijos biológicos de los agresores (77,7 %), porcentaje que se eleva hasta el 85,5 % si se analizan todos los casos desde 2013.

Igual que en el caso de las muertes de mujeres, la mayor parte de los asesinatos de niños y niñas cometidos en 2024 (7) ocurrieron en el domicilio que compartían con el agresor. Ese fue también el escenario del 71 % de los crímenes de menores desde 2013.

Si bien el método más empleado para cometer el crimen es, desde 2013, el arma blanca (35 %), en 2024 sólo estuvo presente en uno de ellos. Las otras muertes fueron causadas por asfixia, envenenamiento, arma de fuego y golpes.

Cuatro de los seis causantes de las muertes de menores el pasado año tenían nacionalidad española. El mismo número de ellos fueron detenidos y los otros dos se suicidaron. El porcentaje de casos seguidos por el suicidio del agresor en la serie histórica (45,8 %) es 23 puntos más alto entre los varones que asesinaron a menores respecto de los que asesinaron a mujeres (22,4 %).

Según recoge el informe, cinco de los seis agresores de 2024 habían sido denunciados previamente por sus parejas o exparejas, un porcentaje mucho más elevado (83 %) que el de la serie histórica: entre 2013 y 2024 se registraron denuncias previas en el 35,4 % de los casos. La cifra es también superior a la de las denuncias previas de la serie histórica el caso de las muertes de mujeres (26 %).

Violencia doméstica íntima

El último capítulo del informe del Observatorio analiza los casos de muerte por violencia doméstica íntima, que comprende las de hombres a manos de sus parejas o exparejas mujeres y las que se producen en el seno de parejas o exparejas del mismo sexo, sean mujeres u hombres.

En 2024 se registraron 4 casos, que elevan a 121 las muertes por violencia doméstica íntima desde 2009, con una media de 7,6 víctimas al año. En ninguno de los casos se habían registrado denuncias previas de las víctimas contra sus agresoras. Por el contrario, uno de ellos puede enmarcarse en la llamada violencia de respuesta, al existir una denuncia previa por violencia machista contra el varón (después víctima).

Los cuatro fallecidos, tres de ellos de nacionalidad española, eran varones y fueron asesinados por sus parejas o exparejas mujeres; el pasado año no hubo ningún caso de violencia intragénero. En la serie histórica, el 84 % de las muertes (103) fueron causadas por agresiones de mujeres a hombres.

La media de edad de las víctimas mortales en 2024 fue de 44 años, siendo la más baja de toda la serie histórica, en la que el promedio de edad es de 49,4 años. Desde 2009, el 47 % de las víctimas tenía entre 26 y 45 años.

Las autoras de los asesinatos de 2024, tres de las cuales eran españolas, tenían una media de 49,5 años, mientras que el promedio de la serie histórica es de 43,8. Sólo una de ellas se suicidó tras cometer el crimen, siendo el porcentaje de suicidios del 10 % en la serie histórica.

Las cuatro víctimas mortales convivían con su agresora en el momento del crimen, una circunstancia que se ha dado en el 82,5 % de los casos desde 2009. Dos de ellos tenían un vínculo matrimonial con las agresoras.

En tres de los casos, las víctimas tenían hijos/as menores de edad, siendo 55 los niños y niñas que quedaron huérfanos/as por el asesinato de los progenitores entre 2009 y 2024.

Periodista corresponsal de la Agencia EFE, El Correo de Andalucía, eldiario.es... entre otros medios. Cubre principalmente Huelva y Sevilla en varios medios radiofónicos y prensa digital.

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