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Cultura

La oportunidad de los escritores noveles

Por segundo año consecutivo, el día del libro se celebra en medio de la pandemia, pero sin perder su esencia. Aun así, autores clásicos y noveles comparten el deseo de que el público adquiera sus obras. 

Durante el confinamiento, muchas personas aprovecharon para centrarse en ellos mismos. Muchos se quedaron sin trabajo y las escuelas cerraron. Escribir fue una de las vías de escape y buscar la ficción entre la oscura realidad. Este fue el caso de Roy Ewolf, que decidió cambiar su reloj de fecha para volver cinco años atrás, a la prueba de selectividad.

Sin encajar en el sistema educativo, este autor decide plasmar su experiencia en una novela corta, llamada La Selectividad, en la que los dos protagonistas luchan por derrumbarlo, pero de diferente manera. Uno de ellos representa la versión más radical y, el otro, una más reformista. Una decisión que ha estado madurando durante todos estos años y que se han podido materializar gracias al tiempo. «Tengo síndrome de Asperger y siempre me ha costado manejar la información. Entonces permanecer en este sistema educativo era una fuente de frustración porque ninguno de los dos nos adaptábamos», comenta el escritor.

Fuente: Roy Ewolf

El inicio del confinamiento le supuso un nuevo punto de partida en este juego de cartas, como él mismo define a la vida. Empezaba un proceso de relajación, después de haber estado trabajando como captador de socios para una ONG, un oficio muy emocional, pero, a la vez, muy desgastante. Así que «me puse un método de trabajo y me puse a trabajar incansablemente. En tres meses terminé mi libro».

Desde el principio hasta el final

Se trata de una obra elaborada completamente por este escritor. «Meterse en el mercado de la auto-publicación es muy difícil en la actualidad», asegura Ewolf. La primera intención era publicarlo en forma de avanzadilla y ofrecer un producto que fuese fácil de leer y dirigible, aunque finalmente optó por la novela.

«Disfruté mucho en el proceso creativo, pero la parte más productiva -distribución y publicación- me generó ansiedad. Cuando tuve el libro en mis manos fue una sensación mágica, aunque la primera tirada se agotó incluso antes de que llegase», afirma. La distribución no es solo una tarea difícil para los escritores, sino para las propias editoriales, si estas no son tan conocidas. «Durante la época de pandemia nos hemos reinventado. Hemos publicado muchos libros, pero comercialmente es complicado difundirlos», narra José Membrive, editor de Ediciones Carena.

Desde la editorial, dejan muy claro su objetivo, «es necesaria la intercomunicación entre los autores. En tiempo de reinvención, es muy importante la hermandad y la solidaridad», afirma Membrive. Por su parte, Roy comenta que «escribir es una actividad que se practica en solitario, pero, a la vez es muy social, Se hace totalmente en soledad, pero si no hay feedback desde fuera, se vuelve algo muy vacío».

Las redes sociales son una herramienta que también ayudan a darse a conocer y abren un halo de esperanza en unos tiempos muy complicados. «Estoy todo el día hablando del libro. Eso hace que la gente pregunte para comprarlo y se entere de que has publicado un libro», dice Ewolf.

 

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