Andalucía

La Junta subirá su aportación a los Erasmus andaluces para el próximo curso académico

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La Universidad andaluza tiene pendiente una revolución y el consejero del ramo, José Carlos Gómez Villamandos (exrector y expresidente del consejo español de rectores) entiende que ha llegado el momento. Por eso ha presentado ante el Consejo de Gobierno la Estrategia Universitaria 2023-2027 que pretende cambiar no sólo el mapa de titulaciones sino también aumentar la empleabilidad de los egresados andaluces y su proyección al exterior, según informa ABC.

Una de las primeras medidas de esta estrategia, que ahora se va a consultar con los afectados y estará operativa dentro de un año, va a ser el aumento de un 5% en el complemento de la Junta de Andalucía para los estudiantes Erasmus+, una medida que se duplicará al final de la legislatura y que pretende ser una ayuda para el pago de los alquileres que han subido en toda Europa. El complemento autonómico puede alcanzar hasta 450 euros mensuales durante un máximo de nueve meses, se concede atendiendo a criterios de poder adquisitivo y es adicional a las cuantías que fijan la Unión Europea y el Ministerio de Educación. El importe se suma a los 560 euros concedidos por el Servicio Español para la Internacionalización de Estudiantes, lo que eleva la ayuda a un total de 1.010 euros en los casos de estudiantes económicamente más desfavorecidos que se trasladen a países cuyo PIB son más elevados.

El objetivo de la estrategia que ha aprobado el Consejo de Gobierno pasa por elaborar un nuevo mapa de titulaciones orientado a la empleabilidad y la internacionalización, en la estabilización del personal docente e investigador, en la formación y atracción del talento en los campus, en la transferencia de conocimiento a la empresa y la sociedad y en el fomento del emprendimiento universitario de base tecnológica.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Gómez Villamandos, ha detallado que su propuesta pasa por establecer un mapa de titulaciones «flexible» que pueda revisarse cada tres años para ir adaptando las titulaciones a la realidad social. No obstante, ha sido muy prudente en lo que se refiere a eliminar titulaciones con pocos alumnos o con poca rentabilidad económica. «Tenemos que seguir manteniendo titulaciones como la lengua semítica y árabe por su carácter social y porque no podemos permitir que se pierda ese conocimiento. Hay que tener mucho cuidado con las carreras de pocos alumnos; hace poco Matemáticas tenía pocos estudiantes y había quien clamaba por su supresión pero hoy tiene una altísima empleabilidad«.

«No podemos tener una acuerdo como el de 2010 entre universidades y Junta y que sea inamovible hasta 2023, cuando esté le nuevo decreto de ordenación de enseñanza. Necesitamos un mecanismo más dinámico, con criterios de oportunidad, capacidad, demanda y territorialidad», ha manifestado, para añadir que la «idea es que cada dos o tres años se haga un balance y las universidades puedan hacer nuevas propuestas».