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Sociedad

La forma más adecuada para alimentar correctamente a tu mascota

Las mascotas son parte de nuestra familia y queremos lo mejor para ellas. Una de las formas de cuidarlas y proteger su salud es proporcionarles una alimentación adecuada y equilibrada, que cubra sus necesidades nutricionales y que se adapte a sus características y condiciones específicas. Sin embargo, no siempre sabemos cómo alimentar correctamente a nuestra mascota, qué tipo de comida elegir, qué cantidad ofrecerle o qué frecuencia seguir.

¿Qué factores influyen en la alimentación de tu mascota?

La alimentación de tu mascota no debe ser la misma que la tuya, ni tampoco la misma que la de otras mascotas. Cada animal tiene unas necesidades nutricionales diferentes, que dependen de varios factores, como:

  • La especie: no es lo mismo alimentar a un perro que a un gato, a un conejo o a un pájaro. Cada especie tiene unas preferencias alimentarias y unos requerimientos nutricionales distintos, que hay que respetar y satisfacer. Por ejemplo, los perros son omnívoros, es decir, que pueden comer tanto alimentos de origen animal como vegetal, mientras que los gatos son carnívoros estrictos, es decir, que necesitan una dieta basada principalmente en proteínas animales.
  • La edad: la alimentación de tu mascota debe variar según su etapa de vida, ya que sus necesidades nutricionales cambian a lo largo del tiempo. No es lo mismo alimentar a un cachorro o a un gatito, que están en pleno crecimiento y desarrollo, que a un adulto o a un senior, que tienen un metabolismo más lento y una menor actividad física. Por ejemplo, los cachorros y los gatitos necesitan una alimentación más rica en energía, proteínas, calcio y fósforo, para favorecer el desarrollo de sus huesos, músculos y órganos, mientras que los adultos y los seniors necesitan una alimentación más moderada en calorías, para evitar el sobrepeso y las enfermedades asociadas.
  • El tamaño: la alimentación de tu mascota también debe tener en cuenta su tamaño o peso corporal, ya que influye en su gasto energético y en su capacidad digestiva. No es lo mismo alimentar a un perro de raza pequeña, que tiene un metabolismo más rápido y un estómago más pequeño, que a uno de raza grande, que tiene un metabolismo más lento y un estómago más grande. Por ejemplo, los perros de raza pequeña necesitan una alimentación más concentrada en energía y nutrientes, para cubrir sus necesidades en un menor volumen de comida, mientras que los perros de raza grande necesitan una alimentación más diluida en energía y nutrientes, para evitar la sobrealimentación y los problemas articulares.
  • El estado fisiológico: la alimentación de tu mascota también debe adaptarse a su estado fisiológico, es decir, a si está esterilizada, si está gestante, si está lactando o si tiene alguna enfermedad. Estas condiciones afectan a sus necesidades nutricionales y a su apetito, por lo que hay que ajustar la cantidad y la calidad de la comida que se le ofrece. Por ejemplo, las mascotas esterilizadas tienen una menor necesidad energética y un mayor riesgo de obesidad, por lo que necesitan una alimentación más baja en calorías y más alta en fibra, para controlar su peso y su saciedad. Las mascotas gestantes y lactantes tienen una mayor necesidad energética y de nutrientes, para asegurar el desarrollo de los fetos y la producción de leche, por lo que necesitan una alimentación más rica en energía, proteínas, calcio y fósforo, para cubrir sus demandas y las de sus crías. Las mascotas con alguna enfermedad tienen unas necesidades nutricionales especiales, que dependen del tipo y la gravedad de la patología, por lo que necesitan una alimentación específica, formulada y prescrita por el veterinario, para ayudar a su recuperación y a su tratamiento.

¿Qué tipos de alimentos puedes ofrecerle a tu mascota?

Existen diferentes tipos de alimentos para mascotas que puedes ofrecerle, según su forma, su composición, su presentación o su calidad. Algunos de estos tipos son:

  • El alimento seco: es el más común y el más económico, y se presenta en forma de croquetas o pienso. Tiene una vida útil larga y no necesita refrigeración. Es fácil de servir y de almacenar, y ayuda a mantener la higiene dental de tu mascota. Sin embargo, tiene un bajo contenido en agua y puede resultar monótono o poco apetecible para algunos animales. Existe comida seca para perros, gatos y otros animales.
  • El alimento húmedo: es el más sabroso y se presenta en forma de latas, sobres o tarrinas. Tiene un alto contenido en agua y en proteína animal, y ayuda a mantener la hidratación y la salud urinaria de tu mascota. Sin embargo, tiene una vida útil corta y necesita refrigeración. Es más caro y difícil de almacenar, y puede favorecer la formación de sarro dental en tu mascota.
  • El alimento semihúmedo: es el más atractivo y el más variado, y se presenta en forma de bocaditos, snacks o golosinas. Tiene un contenido medio en agua y en proteína animal, y ayuda a estimular el apetito y el interés de tu mascota. Sin embargo, tiene una vida útil media y necesita conservarse en un lugar fresco y seco. Es más calórico y rico en azúcares y aditivos, y puede provocar obesidad y problemas dentales en tu mascota.
  • El alimento natural: es el más saludable y el más equilibrado, y se basa en alimentos frescos y naturales, como la carne, el pescado, los huevos, las verduras, los cereales, etc. Tiene un alto contenido en nutrientes y en antioxidantes, y ayuda a prevenir alergias y enfermedades en tu mascota. Sin embargo, tiene una vida útil muy corta y necesita refrigeración. Es más caro y difícil de preparar, y requiere un control veterinario para asegurar su adecuación y su seguridad.

¿Qué cantidad y qué frecuencia debes seguir para alimentar a tu mascota?

La cantidad y la frecuencia de la alimentación de tu mascota dependen de varios factores, como el tipo de alimento que le ofrezcas, el tamaño o peso de tu mascota, el nivel de actividad física que realice o el estado fisiológico en el que se encuentre. Por eso, es importante que sigas las indicaciones del fabricante del alimento que elijas, que consultes con tu veterinario y que observes el comportamiento y la condición corporal de tu mascota, para ajustar la ración y la frecuencia de la comida que le das.

  • El alimento seco: este tipo de alimento suele tener una tabla de racionamiento en el envase, que indica la cantidad diaria recomendada según el peso de tu mascota. Sin embargo, esta cantidad puede variar según el nivel de actividad, el metabolismo o el estado de salud de tu mascota, por lo que debes adaptarla a sus necesidades individuales. Lo ideal es que dividas la ración diaria en dos o tres tomas, para evitar que tu mascota coma demasiado de una vez y se sienta saciada durante más tiempo. También debes asegurarte de que tu mascota tenga siempre agua fresca y limpia a su disposición, para mantener una buena hidratación.
  • El alimento húmedo: este tipo de alimento también suele tener una tabla de racionamiento en el envase, que indica la cantidad diaria recomendada según el peso de tu mascota. Sin embargo, esta cantidad puede ser insuficiente para cubrir todas las necesidades nutricionales de tu mascota, por lo que debes complementarla con el alimento seco, siguiendo una proporción adecuada. Por ejemplo, si le das una lata de 150 g de alimento húmedo, debes reducir la cantidad de alimento seco en unos 50 g. Lo ideal es que ofrezcas el alimento húmedo en una o dos tomas al día, y que lo retires si no se lo come en un plazo de dos horas, para evitar que se estropee. También debes asegurarte de que tu mascota tenga siempre agua fresca y limpia a su disposición, para mantener una buena hidratación.
  • El alimento casero: este tipo de alimento requiere una mayor planificación y control, para asegurar que tu mascota recibe una alimentación completa y equilibrada, que cubra todas sus necesidades nutricionales. Para ello, debes seguir unas pautas de elaboración y de conservación adecuadas, y consultar con tu veterinario, que te indicará la cantidad, la frecuencia y los suplementos que debes darle a tu mascota, según su peso, su edad, su actividad y su estado de salud. Lo ideal es que prepares el alimento casero en porciones individuales, que guardes en el frigorífico o en el congelador, y que calientes antes de servir. También debes asegurarte de que tu mascota tenga siempre agua fresca y limpia a su disposición, para mantener una buena hidratación.

 

 

Periodista corresponsal de la Agencia EFE, El Correo de Andalucía, eldiario.es... entre otros medios. Cubre principalmente Huelva y Sevilla en varios medios radiofónicos y prensa digital.

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