¿Pensando en visitar Bilbao? Pues toma nota de lo que no te puedes perder

Bilbao es una de las capitales europeas con mayor atractivo turístico, bien sea por su gastronomía de indudable calidad o por ser una ciudad cosmopolita donde hay mil y un planes que hacer y rincones por conocer.

Desde que se construyó el Museo Guggenheim, Bilbao ha ido convirtiéndose poco a poco en uno de los principales destinos del sur del viejo continente. Del sinfín de actividades en Euskadi de las que es posible disfrutar, hoy queremos recomendarte cinco cosas que no puedes dejar de hacer si piensas en visitar la capital vizcaína.

Conocer el casco antiguo y comer unos pintxos

El Casco Viejo de Bilbao es un laberinto de calles estrechas en el que conviven edificios históricos, pequeñas tiendas de souvenirs, bares clásicos y elegantes iglesias para crear un ambiente encantador que cautiva a los propios residentes de la ciudad y a turistas por igual. 

En esta parte de la ciudad se encuentran dos lugares de visita obligada, la Catedral de Bilbao y el impresionante Museo Arqueológico, Etnográfico e Histórico Vasco. 

Por supuesto esta zona antigua y tradicional también es muy famosa para ir de pintxos, ya que está plagada de bares. Te recomendamos pasar por la Plaza Nueva donde, además de degustar algunos de los mejores pintxos de la ciudad, los domingos podrás visitar un mercadillo en el que se puede comprar desde libros usados hasta monedas.

Visitar el Guggenheim

Este museo de aspecto futurista es uno de los iconos más reconocibles de Bilbao y expone piezas de arte moderno de algunos de los artistas contemporáneos más relevantes. La zona que lo rodea ha sufrido una importante remodelación e incluso ha acogido campeonatos deportivos en los últimos años, como la competición de saltos desde acantilados de Red Bull.

Como recomendación, no dejes de visitar la escultura gigante de un perro Westie llamado Puppy que vigila la entrada y que está hecha completamente de flores.

Después de disfrutar de la visita al museo, puedes subir a uno de los cruceros fluviales de Bilbao que te llevarán hasta el mar. Los billetes cuestan unos 15 euros aproximadamente, dependiendo del crucero en el que se embarque. 

Subir al funicular de Artxanda

Bilbao está rodeada por siete montes, por lo que la mejor manera de obtener una visión general de la ciudad es subir a Artxanda en un funicular rojo de estilo antiguo. Si quieres tener las mejores vistas y hacer las mejores fotos en el corto trayecto por la montaña, asegúrate de subir al primer vagón, que no tiene asientos, pero donde tomar fotografías es mucho más fácil y cómodo. Las vistas al atardecer son increíbles, con las luces de la ciudad resplandeciendo.

Explorar la costa de Sopelana

A tan sólo media hora en metro desde Bilbao se pueden encontrar playas salvajes e impresionantes acantilados que se extienden hasta donde alcanza la vista y que te dejarán sin aliento. 

Las playas más populares son Barinatxe, también conocida como La Salvaje, y Gorrondatxe. Los surfistas se encuentran entre sus visitantes más frecuentes y en los últimos años se han convertido en puntos muy demandados para el parapente. Quizás, el parapente en Sopelana y ver la costa desde las alturas sea una de las actividades al aire libre más recomendable que puedas hacer.

También hay cursos de surf y alquileres en la misma playa. Los que deseen dar un largo paseo por la arena y tomar una algo de forma tranquila se encontrarán allí con Fangaloka, un rincón más que recomendado.

Visitar Gernika

Si quieres conocer mejor el País Vasco, su historia y la cultura vasca, debes visitar Gernika. De fácil acceso en tren, esta histórica ciudad es el corazón espiritual de los vascos. 

Durante la Guerra Civil española fue bombardeada por la Legión Cóndor alemana e inspiró el famoso cuadro «Guernica» de Pablo Picasso. De hecho, hay una gran réplica en cerámica de la obra en la calle Pedro de Elejalde. 

Otros de sus atractivos son el Árbol de Gernika, que es uno de los símbolos más emblemáticos de la cultura vasca, la Casa de Juntas donde el Lehendakari jura su cargo y el Museo de la Paz.