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Cultura

Las reliquias apócrifas de Rafael Laureano

 

Fran Perejón.

La adoración a las reliquias es algo integrado en prácticamente todas culturas, incluida la nuestra, desde antiguo. El ser humano parece reconfortarse al poseer o simplemente estar cerca de elementos que en su día dejaron atrás aquellos a quienes idolatramos, como si alojaran parte de su poder o un eco de sus hazañas. 

Las religiones siguen venerando estos vestigios en forma de huesos de mártir, trozos de atuendos sacerdotales o cualquier elemento relacionado con la vida de sus santos y profetas. La autenticidad es una cualidad poco relevante ante unos ojos deslumbrados por un objeto, en apariencia, divino. 

Las reliquias, un capital del cristianismo 

Desde que el Concilio de Trento decretara que es lícito e incluso conveniente su veneración, la cristiana es la religión que más ha normalizado y monetizado la presencia de reliquias en sus templos y santuarios. Podemos encontrar ejemplos tan famosos como la Sábana Santa o el Santo Grial y otros extremadamente curiosos como las plumas del Arcángel Gabriel, el prepucio de Jesús o un estornudo embotellado del mismísimo Espíritu Santo. 

España es seguramente el país del mundo donde existen más reliquias documentadas, alrededor de 100.000. Nuestra colección más importante es la del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, donde se almacenan más de 7.400 piezas recopiladas por Felipe II.

Viejas costumbres, nuevas tendencias

Aunque podría parecer anacrónico en una sociedad moderna, este comportamiento continúa más vivo que nunca, mutando en una nueva forma de culto conocida como “el fenómeno fan”. Y es que se cuentan por cientos de miles las personas que sueñan con poseer el autógrafo de un cantante de éxito, la camiseta de su futbolista favorito o incluso una interacción en redes sociales con el influencer de moda (¿Reliquias virtuales, quizás?). 

 

El artista sevillano trabajando en su estudio.

En definitiva, fervorosos devotos ansiosos del placer que genera poseer reliquias de sus ídolos, los nuevos dioses del siglo XXI, y que evidencian que tal vez no hayamos cambiado tanto como pensamos.

Diseccionando el relicario como concepto

El artista plástico Rafael Laureano ha estudiado este fenómeno para desarrollar una nueva serie que ha titulado “Reliquias Apócrifas”. Se trata de una colección de obras con las que pretende señalar la relevancia histórica del relicario y cómo este se ha adaptado al contexto sociocultural actual. La nula importancia de la autenticidad o el materialismo irracional que desprende el nuevo culto a los iconos de nuestro tiempo, son otros planteamientos propuestos por Laureano.

Músicos, deportistas, escritores, creadores, famosos y personalidades relevantes del panorama nacional e internacional formarán parte de esta serie que el artista incluirá en una exposición todavía no anunciada, pero de la que ya se habla en los círculos artísticos sevillanos. De hecho, la única obra de esta serie revelada por el momento, titulada “La uña de La Rosalía”, ganó el Premio Accésit Emergentes 2023 del prestigioso concurso organizado por la Fundación Valentín de Mandariaga y Oya, por lo que la expectación es bastante alta. 

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