La figura del bombero voluntario, a debate dentro del Sistema de Extinción de Incencios de la provincia de Sevilla

BOMBEROS DE SEVILLA I

C. GONZÁLEZ

La situación de los bomberos de la provincia de Sevilla hay que contarla parque a parque porque los puntos en común son tantos como las diferencias. La figura del bombero voluntario, alentada desde hace más de 30 años por la Diputación Provincial cuando las instalaciones aún no estaban organizadas, están provocando situaciones injustas, irregulares, incluso, ilegales, que ha convertido el servicio en algunos pueblos en una plantilla insegura que hace lo que puede por subsistir. Esta semana ha sido noticia el parque de Bomberos de Coria del Río, municipio de la Vega del Bajo Guadalquivir, donde hay 8 voluntarios y 2 profesionales en distinta situación. De nuevo a debate la figura del bombero voluntario.

Los bomberos de Coria en una de sus manifestaciones pidiendo que el parque se abra 24 horas.

La mayor parte de los Ayuntamientos de la provincia de Sevilla, cuando comenzaron a prestar el servicio de extinción de incendios hace más de 30 años (1974) apoyados por la Diputación provincial, echaron mano de trabajadores municipales, jardineros, electricistas, fontaneros, incluso policías locales. En otros casos, los voluntarios fueron vecinos del pueblo que tenía como objetivo opositar tarde o temprano para formar parte del cuerpo de este cuerpo de profesionales.

Dentro de este último caso estaba M. Á. R. Entró como bombero voluntario en el Parque de Coria del Río en 2009. Un bombero voluntario durante dos años de cara a la galería y a la ley hasta que denunció en 2011. Lo mismo que ha ocurrido en la mayoría de los parques de la provincia, tal es el caso de Arahal o Marchena.

El Ayuntamiento de Marchena decidió hace aproximadamente un año dejar de gestionar las instalaciones y cedérselas a la Diputación, que es el organismo que, según establece la Ley, debe hacerse cargo de los parques de los pueblos con menos de 20.000 habitantes. La mayor parte de los trabajadores voluntarios que lo atendían eran policías locales.

Actualmente está atendido por dos bomberos funcionarios, si salen a un aviso, el parque se queda cerrado. Si se dan dos incendios al mismo tiempo en su zona de influencia, tienen que acudir de otro parque cercano, Arahal (16km), Morón (25Km.), Carmona (28km), incluso, Alcalá (48,5km). Antes esto pasaba en menor medida porque los bomberos voluntarios eran de Marchena y siempre había un retén de servicio en el parque para que no se quedase cerrado. Así funcionan en la actualidad en Arahal. La necesidad de más personal profesional es evidente en casi toda la provincia. Sindicatos como USO no paran de denunciar esta situación y otras, concretando que cada guardia debe tener como mínimo tres bomberos.

La figura de bombero voluntario que presta el servicio en numerosas localidades de la provincia ha sido analizada en distintas ocasiones por los Juzgados de lo Social de Sevilla y por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía coincidiendo de manera unánime en que dicha prestación de servicios supone a todos los efectos un trabajo profesional regido por el Estatuto de los Trabajadores por cuenta ajena.

Son voluntarios que cobran por su trabajo, aunque un detalle como este no va con la figura que los define. No obstante, los políticos en sus intervenciones públicas no reconocen el hecho de que reciben una remuneración nunca acorde con el tipo de trabajo que hacen, aunque sobre el papel insisten una y otra vez, en que siempre tienen que ir acompañados en sus salidas por un profesional. Esta norma no se cumple bastante a menudo, sobre todo por las deficiencias que tiene el mismo sistema de extinción de incendios de la provincia de Sevilla.

Primeros parques de la provincia

El Parque de Coria fue uno de los primeros en funcionar de la provincia, lleva abierto desde 1974, primera fase de instalación de los parques municipales por parte de la Diputación, creado junto con los de Alcalá de Guadaira, Cantillana, Carmona, Cazalla de la Sierra, Arahal, Dos Hermanas, Ecija, Estepa, Gerena, Lebrija, Lora del Río, Morón de la Frontera, Marchena, Osuna, Pilas, El Ronquillo y Utrera.

Este parque atiende a toda la población de las localidades en torno a la Vega del Bajo Guadalquivir. A pesar de que han sido y es centro neurálgico, tienen la primera salida cuando hay incendios en los pueblos de Coria del Río, Puebla del Río,Isla Mayor, Gelves, las instalaciones se limitan a una cochera y dos caracolas, estas últimas fueron el resultado de la última voluntad política de arreglar la situación de los parques.

Coria del Río es un municipio cercano a los 30.000 habitantes, por lo que es el Ayuntamiento el que tiene que sustentarlo. Ahí comienza el problema, la mayor parte del personal es voluntario y el parque está abierto solo de 8 de la mañana a 3 de la tarde. A partir de esta hora, los bomberos que estén de guardia se llevan el teléfono para atender el servicio (en Arahal pasa lo mismo, pero a partir de las 12 de la noche). Este parque está apoyado por el de la Mancomunidad de Desarrollo y Fomento del Aljarafe (Mairena del Aljarafe y Santiponce) en segunda salida que fue creado posteriormente, en 1998, al abrigo de la multiplicación de la población de toda esa zona con el boom inmobiliario.

La debilidad de muchos parques se basan en parte al hecho de que el personal se considera voluntario y las retribuciones se agarran a esta condición, no al trabajo que en realidad (no sobre el papel) es similar al de cualquier bombero con plaza, que haya pasado por las pruebas pertinentes para sacarlas.

CONTINÚA EN ESTE ENLACE