El programa de gratuidad de libros pesa como una losa sobre los libreros por los retrasos en el pago de la Junta

Foto: A.I.

C. GONZÁLEZ @Verbigracia_6

La imposición del precio reduce en un 8 por ciento los beneficios después de adelantar el dinero un mínimo de seis meses y un máximo de nueve

De 12.000 a 32.000 euros pone cada librero por cada curso nuevo. Esta situación comenzó en 2005 cuando la Junta de Andalucía puso en marcha el cheque-libro con buenas intenciones pero criticado desarrollo. Los principales perjudicados son los libreros porque hacen de banco de la administración regional adelantando un dinero, reduciendo los beneficios o, en algunos casos, eliminándolos después de una espera mínimo de seis meses para cobrar el dinero adelantado para los libros de textos en cada curso.

Las opiniones de los libreros de Arahal coinciden en lo básico: costean esta medida de la Junta a costa de riesgo y mucho trabajo. El cheque libro no sólo les trae una inversión que tardan en recuperar sino una reducción de beneficios del 8 al 9 por ciento porque la administración regional pagan menos del precio real del lote que corresponde por cada curso, informa Juan Carlos Bernal, Librería Juan Carlos.

Por esta razón, comienzan a comprar los libros en junio y reciben, con mucha suerte el primer pago, del 80 por ciento de la inversión en noviembre, el resto, 20 por ciento, lo pagan un mes después como muy pronto, este año, según Francisco Rodríguez, de Librería Buró, el último plazo llegó en marzo, tres meses antes de volver con la compra de la nueva campaña.

Recién empezado el curso están asfixiados, una parte de los libreros se ven en la necesidad de pedir un préstamo para poder cumplir con la clientela que es la que el resto del año mantiene el negocio. Eso sí los libreros tienen que pagar el producto: “Cuando las editoriales dicen a cobrar hay que pagarle si no en la próxima campaña no te sirven libros”, comenta Antonio Cano, de la Librería 1,X,2.

No pueden decir no al cheque libro, pero siente el peso de un programa que nació para ayudar a las familias desfavorecidas, lo que reconocen es cierto, pero también para bajar la calidad de la Educación en Andalucía. Y además no se atreven a contar la situación en público porque la Junta vende el programa de gratuidad y lo utiliza como baza electoral sin tener en cuenta las dificultades que pasan para mantener este préstamo (de 12.000 a 32.000 euros) de 6 a 9 meses. «Criticar el procedimiento de este programa no es criticar el programa pero puede parecerlo y no es socialmente correcto», dicen estos empresarios que viven del público.

Esto último lo plantean poniendo dos ejemplos. El primero, los libros llegan al alumnado en servicio de préstamos muy deteriorados, sobre todo durante los últimos cursos, porque no han sido sustituidos cada cuatro años como en principio estableció el programa, algunos tienen 7 y más, apuntan los libreros. “Hay padres a los que no les queda más remedio que comprar los libros de textos porque dan pena”, dice Antonio Cano.

Y, además, ninguno de estos libros tienen cuadernillo de actividades, como ocurría antes, porque de lo contrario se encarecería el precio también para la administración. En algunos casos, son los padres los que cargan con el gasto, siempre y cuando el inspector de zona lo permita que es el que dice al profesorado el material que tienen que comprar. “¿Cómo puede saber un inspector lo que necesita un alumno en clase?”, dice Francisco Camacho. “En buena parte de los centros es el profesorado el que realiza las actividades en clase poniendo los deberes en la pizarra con la consiguiente pérdida de tiempo”, cuentan los libreros.

Estatuto de Autonomía

Andalucía es una de las comunidades autónomas en la que los libros de texto son gratis para los alumnos durante la escolarización obligatoria en los centros sostenidos con fondos públicos. La gratuidad está garantizada en el artículo 21.5 de su Estatuto de Autonomía.

Según han explicado responsables de la Junta en estos días de principios de curso, este año se cambiarán los libros que llevan 5 años sin renovarse en Primaria y 6 años en Secundaria. Los planes de la Consejería de Educación contemplan una inversión en este programa de 14,5 millones de euros para el curso 2014/2015. Al respecto recuerdan que gracias a este programa, las familias andaluzas ahorran más de 1.850 euros en libros de texto por cada hijo durante toda su etapa de escolarización obligatoria, desde primero de Primaria a cuarto de la ESO.

La gratuidad de los libros de texto hasta la Secundaria es la principal novedad con la que ha arrancó el curso 2008/2009 en Andalucía. Casi un millón de alumnos de entre 6 y 16 años se benefició ese año de esta medida, que supondrá una inversión superior a los cien millones de euros y que ha completado el programa de gratuidad que la Consejería de Educación comenzó a implantar en 2005 en Primaria. Desde el curso anterior, la Junta de Andalucía también costeaba los libros de alumnos con dificultades sociales o con necesidades educativas especiales matriculados en Centros de Actuación Educativa Preferente.