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Estepa

“El olor a canela, ajonjolí y almendra en las calles de Estepa debería ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”

El alcalde de Estepa, Antonio Jesús Muñoz, apuesta fuerte por la promoción turística que lleva consigo la campaña de los mantecados y polvorones de Navidad

“El olor a canela, ajonjolí y almendra en las calles de Estepa debería ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”

[arasur]

Estepa ha vestido sus calles de Navidad recién empezado noviembre, iluminando el casco histórico, las calles comerciales y hasta el cerro de San Cristobal, punto más alto en una ciudad repleta de patrimonio. Pero para los estepeños, la campaña empieza en realidad en septiembre cuando las localidades que rodean a esta localidad de la Sierra Sur se inicia el verdeo, otra de las actividades económicas importantes de la zona. 

Este mes, conforme entras por la Avenida de Andalucía, el olor a canela, ajonjolí y almendra tostada asalta al viajero para llevarlo hasta las fábricas instaladas en el entorno de esta calle. Es tan peculiar y agradable que el alcalde de Estepa, Antonio Jesús Muñoz dice que “este olor debería ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”. Por eso, este año han decidido adelantar aún más el anuncio de la Navidad para superar las 32.000 visitas.

 

El alcalde de Estepa, Antonio Jesús Muñoz, en el momento del encendido del alumbrado.

Iluminación en la plazas de los barrios

Este domingo 3 de noviembre, cinco días antes que en 2018, el primer edil encendió el alumbrado navideño repartido por las principales calles del pueblo. Este año, como novedad, se ha recuperado la iluminación de las plazas de los barrios estepeños, de manera que el espíritu entre en cada uno de los hogares, hasta convertir a la localidad en “el pueblo de la Navidad”, dice la concejala de Festejos, Asunción Llanes. 

Y es que la fabricación del mantecado “forma parte de la idiosincrasia de este pueblo porque todas las familias tiene a una hermana, un primo, al padre o la madre, trabajando en las fábricas de mantecados”, explica Muñoz. Además es un empleo principalmente de carácter femenino, el 80 % de los trabajadores son mujeres.

La localidad empieza a trabajar en septiembre para que en hogares de todo el mundo los mantecados, polvorones y todas sus variedades puedan llenar las mesas en Navidad. Esto supone que la tasa de desempleo se sitúe en un 6,7 %. Esta peculiaridad que convierte a Estepa en el pueblo del mantecado con IGP incluida, es la oportunidad para los responsables municipales de atraer a más turistas porque “Estepa es más que mantecados”. 

Una nueva oficina de turismo

De ahí que este año se haya abierto una nueva oficina de turismo, y ya son tres, situadas en distintas zonas de la localidad. Esta última está en la Avenida de Andalucía, es decir, muy cerca de las principales fábricas de mantecado y al lado del parque de los Príncipes de Asturias. En ellas presentan al turista que hay dos visitas guiadas a las que se pueden apuntar, una patrimonial y otra gastronómica, informa la delegada del área, Ascen Castillo

El área municipal de Turismo ha publicado un un folleto informativo en el que explican que la localidad tiene 9 iglesias o conventos para visitar, un museo arqueológico y un Alcázar que fue el origen de la ciudad, establecido en el siglo IX antes de Cristo en un primer asentamiento del que se han encontrado muchos vestigios arqueológicos de la época del bronce precolonial, todos reunidos en un museo.

La oferta de visita guiada patrimonial comienza precisamente en este museo arqueológico y en el Centro de Interpretación Tartésico que está dentro del Alcázar, para seguir en la Torre del Homenaje y en un recorrido por iglesias y conventos como el de Santa Clara con interesantes pinturas barrocas y muestras del paso del marquesado de Estepa. 

Saborear Estepa

Pero si el viajero quiere “saborear Estepa” podrá disfrutar de otra visita guiada que empieza en la Plaza de Abastos, donde encontrará cada sábado un mercado de antigüedades. Y de ahí, al origen del mantecado con una visita al obrador de La Colchona, nombre por el que era conocida Micaela Ruiz Téllez, una vecina de Estepa que empezó a fabricar los mantecados aprovechando que su marido era cosario y tenía asegurado su reparto. Así es como empezó una actividad que llegó a tener en el siglo XIX hasta 120 obradores, la mayoría familiares.

Esta segunda visita guiada termina en El Bodegón con una degustación de cuatro tipo de vinos y distintas chacinas del lugar. 

Todo esto se suma a las actividades que organizan las fábricas del mantecado como el obrador de El Gamo, la empresa de Enrique Moreno que pone a los visitantes a elaborar sus propios mantecados. Es una de las 22 fábricas que hay en la localidad que se adapta a las nuevas necesidades alimentarias y a las externalización de los productos.

Esta marca, “Los Artesanitos”, cuentan por ejemplo, con el Certificado que concede el Instituto Halal que garantiza que los productos y servicios dirigidos a los musulmanes cumplen con los requisitos exigidos por la ley islámica y por lo tanto son aptos para su consumo, tanto en el ámbito de España, la UE y los países de mayoría musulmana. También disponen de una línea de productos para intolerancias alimentarias (celiaco y lactosa) y otra de ecológicos.

Por lo contado, el alcalde de Estepa quiere que este año, los visitantes superen las estadísticas actuales y tienen todo de su parte.

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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