Un milagro solidario hace que un niño con síndrome de Down pueda volver a sus terapias

Un accidente de tráfico que se ha convertido en un ejemplo de solidaridad. Un niño son síndrome de Down vecino de la localidad onubense de Aracena se podía quedar sin las atenciones que necesita para salir adelante, pero sus vecinos, amigos e incluso personas que no le conocen no lo han permitido.

Es una historia de solidaridad que hizo pública la periodista aracenense Mónica Sánchez en su perfil de Facebook, en el que reclamaba ayuda para el padre y el hijo tras un inesperado suceso.

“Hoy he visto esto y me he quedado destrozada… Es nuestro vecino, su hijo estuvo en la guarde con mi hijo, son una familia muy buena y con mala suerte siempre. Ahora esto. ¿Podemos ayudarles? Un poquito de cada uno, que sé que todos lo estamos pasando mal, pero hay quienes peor”.

Mensaje

Era el mensaje que difundió Mónica, después de que Aurora, una amiga de ambos informase en la misma red social de que “el coche que Agustín había comprado con algunos ahorros quedó destrozado por delante. No tiene para la reparación del coche y son sus pies y sus manos para llevar a Borja al colegio, a sus médicos y curas».

Se trata de un vehículo Audi de segunda mano muy antiguo, pero era lo más que podía tener para salvar el problema que supone que su hijo no se quede sin las atenciones que necesita.

Estado en el que quedó el vehículo tras el accidente.

Por eso, pedía que se les ayudase de cualquier forma. Se habilitó una cuenta corriente, y la ayuda no tardó en llegar-

Además, el responsable de un taller mecánico publicó el siguiente mensaje: “Si podéis pasarnos el número del dueño del vehículo, tenemos un taller y si quiere arreglar el vehículo la mano de obra se la regalaríamos”.

Al final, el taller ha arreglado el coche sin cobrarle mano de obra, y el resto lo han financiado la treintena de personas que le han ayudado sin pedir nada a cambio, El coche de Borja vuelve a caminar para que al niño le siga sin faltar de nada.

El año 2020 se despide con la primera carrera solidaria por las enfermedades mitocondriales