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Sociedad

Luis Núñez, músico: “Donar órganos es tan indiscutible como ir al colegio”

Luis Núñez, músico: “Donar órganos es tan indiscutible como ir al colegio”. Esa es la conclusión a la que llega este profesor sevillano que lleva diez años con un trasplante de hígado que le cambió la vida.

Hay muchas maneras de agradecer a los donantes su generosidad. A veces es un mensaje con lágrimas en los ojos, otras un galardón, otras una oración. El pianista sevillano Luis Núñez Hernández lo ha hecho como mejor sabe, componiendo. Es trasplantado hepático y la enfermedad tambaleó de tal forma su vida que no concibe ya el individualismo, sólo vivir en una sociedad de forma solidaria.

Recientemente ha presentado en el Conservatorio Francisco Guerrero de Sevilla un álbum dedicado a los donantes de órganos. Pero no es un álbum cualquiera sino que es fruto de los 10 años que lleva viviendo gracias a la generosidad de un “ángel” como llaman a sus donantes.

Luis Núñez, profesor de música de 45 años, empezó a sentirse mal en 2008. En un principio fue un poco de cansancio pero llegó al punto de que, a pesar practicar deporte, poco a poco dejó de tener fuerzas hasta para ducharse. Le diagnosticaron la enfermedad Bud Chiari que recibe el nombre de los investigadores que la descubrieron. Sufrió una trombosis en unas venas que están por encima del hígado y que llenan este órgano de sangre; esta enfermedad incluso puede afectar a la vena cava y, por tanto, al corazón. Cuando a él le dio la cara, ya estaba muy débil para que la solución fuera diferente a un trasplante.

 

Un grupo de trasplantados acompañados por Luis Núñez y el doctor Pérez Bernal.

Ante la enfermedad «no cabe bravura ni rechazo»

Se inició para Luis un periodo primero de rechazo porque no entendía cómo una persona que no fumaba “ni me tomaba una cerveza” podía padecer esta enfermedad. Nunca había estado enfermo, “llegué a plantearme tirar para delante y no ir al médico, lo pasé mal hasta que no entendí que ante una enfermedad así no cabe bravura ni enfado”.

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Llegado a este punto, empieza la calma “que te beneficia pero no es buena del todo porque puede llevarte a que no tengas interés por seguir viviendo”. Luis Núñez no sabía qué era un trasplante ni cuáles sus consecuencias, ni si se iba a quedar “inválido” para el resto de su vida sin poder hacer la mayoría de las cosas de su día a día. Ahora afirma rotundo que “nada má lejos de la realidad”,

Cada una de estas etapas está reflejada en las entradas que realizan ante de las 10 composiciones musicales que ha regalado al Conservatorio y que ya toca su alumnado. Pero sobre todo queda plasmada en cada nota su transformación personal. “Cuando abandono los ruedos y me meto en una cama de hospital, me di cuenta que era esclavo de mis compromisos y le iba a fallar a mucha gente que conocía por mi profesión; me hartaba de dar besos, pero en realidad no conocía a nadie”, cuenta el músico para añadir que “todo quedó en segundo planto, antes tenía que cumplir conmigo mismo”.

Llegar al subconsciente con música

Diez años lleva trasplantado y, desde entonces, practica ponerse a disposición del prójimo y de la sociedad. De ahí esta obra. “El doctor Pérez Bernal inició su propia campaña personal en el mundo de las hermandades yo quiero hacerlo en el de la música”. Y, con estas partituras, dar un paso más para conseguir que “la donación de órganos sea algo tan indiscutible como ir al colegio”.

Porque el trasplante le ha dado la posibilidad de un antes y un después. Y se marcó como tarea no sólo conseguir que la gente se concienciara de la necesidad de donar órganos, sino que quiso ir más allá: “llegar al subconsciente, que sea normal en un futuro aprovechar todo lo que pueda dejar nuestro cuerpo cuando ya no lo necesitemos”. Y describe lo que se hace en una peluquería, “cuando vamos a pelarnos, nadie se trae a su casa el pelo que nos cortan”.

A las partituras les ha puesto nombre. Aquellos que definen cada etapa. Retiro interior, la noche, aventura, nonenses, Valkiria. En ellas se va redescubriendo, porque ya su posición no es la del que corre, sino la del que espera impaciente que se pare el tren, que acaba para todos en el mismo lugar; dando importancia a los detalles, la lluvia, el ruido metálico y frío de un hospital, a la imaginación que lo lleva a vivir aventuras sin moverse del lugar.

El prólogo de la obra corre a cargo del doctor José Pérez Bernal. Y el trabajo de edición del músico Carlos Cansino. La presentación oficial fue en el Conservatorio sevillano citado pero ahí está para que cada melodía entre en el subconsciente de los estudiantes de música y les deje claro que donar órganos es dar vida, a raudales.

 

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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