Los dulces de las monjas de Marchena compiten por ser los mejores de España

C.G./Marchena

Dos conventos de Marchena, el de la Orden Clarisas y el de las Mercedarias Descalzas, participan la próxima semana en una de las ferias más importantes de dulces conventuales a nivel nacional, que se celebra en Talavera de la Reina (Toledo).

El Convento de las Clarisas de Marchena irá por segundo año consecutivo a la VII Feria de Dulces de las Monjas «Ora et labora» en Talavera de la Reina. Las monjas llevarán las famosas yemas de Santa Clara y garrapiñadas; las religiosas del Convento de San Andrés acudirán con sus famosos dulces de hoja. Las primeras venden todo el año los dulces que elaboran por medio de su propia página online (clarisas.es) a toda España y distintos puntos de Europa.

Ora et labora, rezan y trabajan, ese es precisamente el lema que anuncian en esta página web las 18 hermanas clarisas que atienden el convento marchenero, con más de 450 años de historia. En estos días preparan en su obrador todas las especialidades que llevarán hasta Talavera de la Reina, hacia donde irán este fin de semana para participar en la séptima edición de una feria que se celebra del 28 de mayo al 2 de junio en la galería de arte «Cerdán», situada en la Plaza de los Tinajones.

A su página de venta online llegan pedidos de todo el mundo. Según Ana María Dueña, una religiosa keniana encargada del obrador después de casi 18 años en este convento, cada vez llegan al convento más propuestas de participación en ferias. A la de Talavera, además de las yemas, llevarán las chulapillas, un delicioso dulce cuyos ingredientes principales son azúcar, almendras cacahuetes. También son muy famosos nuestros pestiños.

Convento de las clarisas de Marchena.

Durante el año participan en la exposición de dulces conventuales del Arzobispado, que se celebra para el puente de la Inmaculada en Sevilla, y a otra de Córdoba. Este es el segundo año que van hasta esta localidad de Toledo. Sus dulces son completamente artesanos, sin conservantes, por lo que pueden viajar a todo el mundo.

Internet ha supuesto para estas religiosas acabar con las fronteras de su condición de monjas de clausuras. Y atienden durante todo el año pedidos procedentes de toda España. Además tienen clientes en Suiza, Francia, Italia, de este último país reciben pedidos para vender en tiendas gourmets. Aunque estén detrás de las paredes del convento, pegado a la iglesia marchenera de San María, la venta de dulces también está sujeta a los altibajos del mercado, siendo el verano los meses en los que bajan las ventas.

El monasterio de San Andrés alberga a las monjas de la Orden Mercedarias Descalzas de Marchena fue fundado por Rodrigo Ponce de León en 1637. En su obrador están especializados en dulces de hoja (empanadillas, lazos, nevaditas y tortas) además de bocaditos de almendra, amarguillos, sultanas o delicias.

En estos momentos, no tienen activada la página de venta online, pero venden a través de la web delicias monásticas, o en el propio convento donde el visitantes encuentra recién elaborado todos estos dulces artesanos. Es especialmente famosa su torta de hojaldre de la que ellas mismas destacan «la limpieza del sabor y suavidad del hojaldre».

Participan 62 monasterios de toda España

La Feria de Talavera está promovida por la Parroquia de Jesucristo Redentor y reúne una muestra de productos monásticos de ámbito nacional. Participan 17 comunidades de la diócesis de Toledo, además de otras 45 de 22 diócesis españolas. En total, 62 monasterios y este año la principal novedad que presentan es la participación de comunidades de las Islas Baleares.

De la provincia de Sevilla, además del Convento de las Clarisas en Marchena, participan el monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles, monjas jerónimas de Constantina, Real Monasterio de San Clemente, monjas cisterciencses, y Real Monasterio de Santa Paula, Monjas Jerónimas, ambos de Sevilla; Monasterio de Santa María la Real, monjas dominicas de Bormujos.

La Feria es de carácter benéfico para ayuda de los monasterios participantes y para cubrir las necesidades de la parroquia organizadora del evento que se ha convertido en uno de los más importantes de esta índole a nivel nacional.

En la cita se encontrará más de 140 variedades diferentes de dulces y otros productos artesanos de los monasterios como leche, miel, queso, vinos y licores, hornazo salmantino y empanadas.