Connect with us

Cultura

La Santa María Magdalena escribe una nueva página de su historia en la salida extraordinaria de la Hiniesta

[fsg_gallery id=»20″]

 

C. GONZÁLEZ

Hay días de otoño en Sevilla que bien podían pasar por primaverales. El sábado 24 de octubre de 2015 fue uno de ellos. Por eso la salida extraordinaria de la Virgen de la Hiniesta, en la celebración del 450 aniversario fundacional de la Hermandad, se comparó con cualquier Domingo de Ramos. Del templo de San Julián salió el palio azul y plata y, por primera vez en la historia, la banda que lo acompañó en parte del recorrido fue la Agrupación Musical Santa María Magdalena de Arahal, para escribir una nueva e importante página de su historia.

La «Banda de Arahal» como la conocen en Sevilla, lleva 40 años tocando en esa Hermandad, de hecho son Hermanos Honorarios. Pero siempre detrás del Cristo de la Buena Muerte, el otro titular. Los músicos arahalenses nunca habían andado detrás de ese hermoso palio bordado sobre terciopelo azul con pasamanería de plata, confeccionado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda. Por eso, mientras esperaban en la Plaza de San Martín la salida del templo del mismo nombre, los nervios estaban a flor de piel. Querían cambiar el semblante a la Virgen con sus marchas.

Fotos: A.I.

Pero antes, para llegar hasta aquí, recorrieron desde San Julián a San Martín en un mar de multitudes, «ni que fuera Domingo de Ramos», decían. El último tramo fue la Plaza de Pumarejo, Relator, calle Feria, Conde de Torrejón, Alberto Lista, Saavedra, y, al menos aquí, las aceras no aguantaban a más público que se echaba encima de la banda, algunos con la certeza de reconocerlos, otros con la de preguntar sobre su procedencia por lo «bien que suenan».

Hubo trayectos en que cerrar los ojos y estar en la calle Corredera era todo uno. Familias enteras de Arahal, grupos de amigos, familiares de los componentes de la banda salían al encuentro. Y saludaban a los músicos arahalenses que se llevaron en algunas calles hasta 50 minutos parados.

La Virgen de la Hiniesta, acompañada todavía por la Banda Carmen de Salteras, venía tan lejos que, incluso en calle Feria, larga donde las haya, costaba trabajo ver el techo de palio. Pero ni empujando era posible llegar hasta ella, entre otras razones porque los agentes de la Policía Nacional que se ocupan de la seguridad del cortejo, estaban empeñados en no dejar respirar a la bulla sevillana, sin entender las razones de su existencia.

Como anécdota decir que en la entrada a la Plaza de Pumarejo, cuando la banda hacia una nueva parada, momento antes de llegar a Relator, los agentes, en un exceso de celo, echaron del lado de la banda a su director musical, Germán García González, y a un hermano de la Hiniesta, encargado de dirigir a los músicos por el recorrido ya que iban abriendo la salida extraordinaria de la Virgen. Y lo hicieron con amenaza de denuncia. No llegó a mayores porque ambos se retiraron para relajar el ambiente, poco después los agentes desaparecieron y todo volvió a la normalidad, todo lo normal que puede ser un acontecimiento de estas características en Sevilla.

9 horas de 14 de salida extraordinaria

 

La Santa María Magdalena acompañó a la Virgen 9 horas de las 14 totales de recorrido, primero abriendo el cortejo procesional hasta la Plaza de San Martín y, de ahí hasta el templo de Montesión, detrás del paso de palio. El Hermano Mayor, José Antonio Romero Pérez, se acercó a los músicos, cuando llegó a la Plaza y el paso entraba en el templo, para hablar con David Rodríguez, hijo de Manuel Rodríguez Ruíz, el que fuera casi una institución en esta hermandad por ganarse un lugar privilegiado a golpe de marchas y maestría.

Manuel Rodríguez abrió el camino, sentó las bases para que la «banda de Arahal» se hiciera un hueco nada menos que en la Semana Santa sevillana. Por eso el sábado el reto era llegar al cielo con ella, tocar con el alma, «darlo todo» y cambiarle la «cara a la Virgen». Cristo de San Julián fue la primera marcha que tocaron detrás ya de la Dolorosa, volviendo sobre el mismo lugar por donde habían llegado, enfilando la estrecha calle Saavedra, Conde de Torrejón dirección de nuevo a calle Feria. Temiendo llegar porque tenían que abandonar a la imagen.

En esos últimos metros de trayectos, los vecinos de Arahal que habían acompañado a los músicos durante el recorrido en esquinas y calles, decidieron ponerse delante y la bulla comenzó a formar parte del cortejo hasta el punto de que hubo momentos en que la distancia superaba con creces lo normal y los hermanos de la Hiniesta, por temor de que los costaleros no escucharan las marchas de la banda, comenzaron a empujar pidiendo que dejaran paso a los músicos. Misión imposible, por cierto.

El momento culminante llegaba una hora después de la salida de San Martín. Cuando la Virgen de la Hiniesta reviró para entrar en la iglesia de Montesión. Después de Los Campanilleros y Alma de Dios, la Santa María Magdalena se despedía del palio tocando Estrella Sublime.

En ese justo de momento, el numeroso público congregado en el lugar irrumpió en un gran y largo aplauso de agradecimiento a los músicos de Arahal.

Publicidad
Click para comentar

Lo Más Leído Hoy