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Marchena

El desconocido yacimiento de Montemolín, el monumento de Marchena que no se puede visitar

Montemolín es uno de los cinco monumentos más importantes de Marchena. El yacimiento de Vico-Montemolín es uno de los cinco lugares histórico artísticos de Marchena inscrito en el catálogo general del Patrimonio Histórico Andaluz.

Además es el único en suelo íntegramente privado y que no se puede visitar por ser propiedad privada y estar vigilado por seguridad privada que impide al acceso a la finca desde que en los ochenta se convirtió en uno de los yacimientos más expoliado de Andalucía. Fue declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía en 2014. Se extiende en una finca de 700 hectáreas de extensión a seis kilómetros al sur de Marchena propiedad de los herederos de José María López Marín, afincados en Córdoba ciudad y con fincas por diversos puntos de Andalucía.

MONTEMOLIN en el catálogo del Patrimonio Andaluz.

Montemolin

Aunque el suelo sea privado el contenido del subsuelo está catalogado por su valor histórico como uno de los cinco monumentos o sitios histórico artístico más importante de Marchena. Los otros cuatro son el conjunto Castillo de la Mota-Palacio Ducal, la muralla urbana, el conjunto histórico y la Iglesia de San Juan. Todos son Bienes de Interés Cultural de Andalucía.

Según la Ley de Patrimonio de Andalucía, los BIC deben abrir gratuitamente un mínimo de cuatro días al mes. Si no lo hacen pueden ser denunciados ante la administración por este motivo.

Arqueológicamente se trata de uno de los yacimientos tartésicos más importantes de Andalucía excavado desde los años ochenta estudiado y excavado por un equipo de la Universidad de Sevilla capitaneados por Maria Luisa de la Bandera.

 

El tabú de Montemolín

Todo lo que concierne al yacimiento de Montemolín está rodeado de un cierto aire de misterio, precisamente debido a su desconocimiento, al hecho de que no se pueda visitar la finca, y a que, aunque se pudiera, no se vería nada, ya que todo está en el subsuelo, tapado. Algunos restos se conservan en el cortijo del mismo nombre. Tapar el yacimiento es el criterio científico más seguido por los arqueólogos para conservar un yacimiento cuando como es el caso no hay dinero para ponerlo en valor. Tras los ochenta se ha pedido en varias ocasiones autorización para seguir excavando, sin resultados positivos.

Acercarse a dar un paseo o curiosear por el cerro de Montemolín sin previo aviso es vano intento, ya que te puedes encontrar seguridad privada vigilando los caminos de acceso.

A esto contribuyó sin duda el expolio, es decir, la venta ilegal de piezas arqueológicas de este yacimiento desde los ochenta. Y la falta de acuerdo entre propietario y Junta de Andalucía a la hora de no renovar los permisos para seguir excavando y cerrar las puertas de la finca durante décadas, con contadas excepciones y siempre, como es lógico pidiendo permiso.

Tampoco ayudó la gestión de este problema desde ámbitos municipales, que marcó un precedente y pesó como una losa en la gestión del patirmonio arqueológico marchenero desde entonces.

Para añadir más intriga, la mala gestión del Caso Tertis, un supuesto golpe de la Consejería de Cultura contra el expolio arqueológico, con epicentro en Marchena y Córdoba, que no solo no logró probar nada de lo que pretendía, sino que además tuvo que devolver los miles de piezas decomisadas, a sus dueños.

¿Qué hay en Montemolín?.

¿Qué hay bajo el subsuelo de Montemolín que merezca tanto secretismo?. Esto se conoce gracias a los científicos que excavaron el yacimiento ya que hay numerosos trabajos y libros al respecto. Así, María Luisa de la Bandera y Francisca Chaves, a pesar de las trabas de todo tipo encontradas, continúan publicando y difundiendo los resultados de las excavaciones patrocinadas por la Junta. En torno al vértice geodésico se excavaron una serie de edificios monumentales denominados A, B, C y D.

Contiene un complejo militar y funerario fenicio-cartaginés, estructuras hidráulicas, y urbanas, una zona sagrada, joyas de oro y plata, aras y sobre todo centenares de monedas. Los restos hallados -«una mínima parte de lo que hay» según María Luisa de la Bandera. Fue un centro comercial importante de andalucía debido a que el Rio Corbones sería mas caudaloso y estaría cercano el Lago Ligustino, que como es sabido llegaba desde el mar hasta casi Sevilla.

¿Que hay en Montemolin que lo hace tan valioso?. Sin hablar del valor histórico, monedas cartaginesas. Montemolín es uno de los puntos más antiguos en emitir moneda.

“Este yacimiento es quizás el que concentra mayor número de piezas circulantes durante la estancia de los Barca en Iberia”, opina la investigadora María Luisa de la Bandera, (4) que considera “muy probable” que el yacimiento tuviese su propia ceca. Grandes cantidades de shekels procedentes de Cartago, Cádiz, Roma o Ibiza han sido  halladas en el yacimiento marchenero, lo que explica el papel decisivo que tuvo en el desarrollo de la guerra. “Incluso se ha llegado a proponer Montemolín como el centro de operaciones de las tropas cartaginesas más importante de Andalucía occidental”, dice De la Bandera. Shekels con representaciones de Melkart y Tanit, elefantes, caballos y palmeras inundan hoy museos y colecciones privadas de toda Europa, procedentes de Montemolín.

Hallazgo de monedas en Montemolín.

Fue escenario de la segunda guerra púnica, cuando se erigió un campamento cartaginés contra Roma.

Y además hay restos de animales. Se han encontrado 60 kilos de huesos. Los animales eran criados en libertad y cada invierno, toros, cerdos, cabras y ovejas se sometían a la matanza ritual en uno de los edificios encontrados, con zonas delimitadas para preparar las ofrendas, altar para sacrificar las víctimas y lugares para preparar la carne.

La carne sacrificada era guardada en salazón, aún hoy se hayan áreas de agua muy salada en la zona- en recipientes cerámicos, decorados con esfinges, grifos, toros y leones.Las estelas púnicas con palmeras y caballos aquí hallados aluden al Tofet, lugar sagrado para el sacrificio. Todo esto se recoge en la obra Montemolín, una página en la historia de Marchena.

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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