‘A cal y canto’, el debut discográfico de María Jesús Cortés

María Jesús Cortés Espejo nació en la sevillana clínica de la Cruz Roja de Triana, un día 16 de septiembre de 1982, aunque ha vivido y crecido en la cordobesa localidad de Puente Genil, durante la mayor parte de su vida. Diplomada en Magisterio, en la especialidad de música, rápidamente se incorporará a la docencia, si bien su sueño desde niña fue el de convertirse en artista.

Así que a la precoz edad de once años se matricula en el conservatorio de música de Lucena para estudiar piano, aunque su gran anhelo fuese convertirse en actriz.

No será hasta finalizar los estudios universitarios cuando sienta la llamada del baile, al tiempo que recuperará la guitarra. Un instrumento en el que la introduciría, durante su infancia, su señora madre, María Jesús Espejo. La maestra de escuela más querida en el pueblo del membrillo y la vieja cuartelera.

Estudiante aplicada, aprueba las oposiciones rápidamente y comienza a trabajar como docente, más concretamente, como maestra de música para la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. Trabajo que la conducirá en un recorrido por diferentes enclaves flamencos por toda Andalucía.

Viaje que arrancaría en la onubense localidad de Aroche, en pleno corazón de la maravillosa Sierra de Huelva. Un lugar que coincidirá con la aparición en su vida, del baile flamenco y la danza en general. En lo que la propia María Jesús, considera que, “pudo ser una carambola del destino. O, no”.

Lo cierto y verdad es que aquel recorrido por Andalucía la llevaría desde Huelva a Graná y de allí hasta Sevilla, ciudad que le permitiría acercarse y adentrarse en la milenaria Cádiz y en Jerez, ya que la capital del vino, los caballos y el flamenco, sería su última parada en el camino y posiblemente, la más importante, al ser la ciudad de la Paquera y Terremoto, Mojama, Sernita e Isabelita de Jerez, el único lugar en el que aún se conserva ese flamenco en estado natural que surge de manera espontánea a cualquier hora, en cualquier tabanco, peña, caseta de feria e incluso en sus calles y plazas.

Un trampolín que la catapultaría, definitivamente, gracias a su inquietud y búsqueda permanente de la belleza, a continuar ese viaje vital por países como Marruecos, Guatemala, Cuba o Perú, entre otros muchos, “y los que faltan por venir” dice la artista, regalándonos esa amplia y sincera sonrisa con la que la ponteña, seduce y cautiva al público y a cualquier interlocutor que se preste a verla y oirla.

Por lo que, a los motivos que, la movieron a dar el paso adelante para componer, producir, grabar y girar, su debut discográfico bajo el, sugerente, título de «A Cal y Canto», Cortés Espejo, afirma y dice estar convencida de que, “existe una relación directa con sus propios ancestros musicales.

Desde su madre y su padre, a sus abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y antepasados en la historia de las familias que le han proporcionado los dos apellidos que acompañan a su nombre.

De modo que, le pedimos que nos resuma con sus palabras, las principales características de los ocho temas que conforman la opera prima de esta suerte de “Lola Flores de Puente Genil”. A lo que nos atiendo con esa simpatía y diligencia que parecen ser, “marca de la casa” y que a continuación les compartimos.

FIERA Y SALVAJE, es el tema que abre el disco. Musicalmente, es una rumba cubana, que su autora compuso mirando al malecón de la Habana, en los años en los que estuvo pasando, largos periodos de tiempo, en la isla.

BULERÍA DE LA VERDAD, es uno de los primeros temas que compuso cuando se trasladó a vivir y trabajar en Sevilla. Una bulerías en la que la guitarra y el soniquete las pone un francés. Pues todavía hay quien niega que el flamenco sea patrimonio de la humanidad.

FUERZA QUE SALÍ, es un tema que su autora define como, “prácticamente, instrumental, aunque decidiese rematarlo con un canto afrocubano. Concretamente, un rezo A Yemaya”.

SWING DE IDA Y VUELTA,  es el tema más gaditánico del disco, ya que aunque fue compuesto en Sevilla, contó con la inspiración musical a la guitarra del maestro Nono García. Almíbar para los oídos.

TÍTERES,  es una rumba flamenca en cuya composición se deja ver la indudable influencia de África, Cuba y Cai.

VOCE ME OLHA, es una bossanova para confirmar el espíritu, la vocación y orientación artística a la denominada World Music de este “A Cal y Canto”.

HABANA, podría decirse que es el himno con el que la poliédrica y polifacética artista ponteña ha querido rendir tributo a una ciudad tan luminosa y cargada de energía, como este santuario de la música y la vida que es la capital de Cuba.

TEJER ALAS, es la composición con la que se cierra el disco. En palabras de la propia María Jesús Cortés “está inspirada en los ritmos de los negros  afroamericanos que durante tantos años vivieron en la capital andaluza”.

Por lo que concluye afirmando que, “este «andablues» pretende ser una llamada de atención sobre el cuidado del planeta, del que todos los seres humanos en nuestro rol de habitantes de la Tierra, somos responsables”.

Con lo que la artista nos confirma que además de mucho talento y belleza, tiene una cabeza, muy bien, muy bien amueblada, que se suele decir por estos pagos.