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Arahal

Vicente Arcenegui: Otra muerte en el tajo por la silicosis del Silestone

Vicente Arcenegui: Otra muerte en el tajo por la silicosis del Silestone. Falleció en el mes de febrero después de sufrir durante 8 años esta enfermedad. La familia pelea para señalar el producto que se la produjo y a la empresa que lo fabrica.

Se llamaba Vicente Arcenegui Galindo y tenía 55 años recién cumplidos cuando murió después de padecer 8 años silicosis. Este paradeño, vecino de Arahal donde vivía con su familia, era marmolista, se había llevado 25 años ejerciendo esta profesión. No obstante, buen día empezó a notar que le faltaba el aire y el cansancio continuo era su día a día. El sílice del material que trabajó durante años sin protección alguna, ha sido la causa de la enfermedad que acabó con su vida. Hoy su familia reclama atención sobre una situación por la que están pasando muchos trabajadores del sector en Andalucía y no está reconocida como enfermedad laboral. Además de acusar al Grupo Consentino de no advertir sobre el peligro que supone trabajar el Silestone sin medidas de protección especiales.

Cuando enfermó, Vicente tenía entonces 47 años y una hija de apenas 13 años. Después de visitas y pruebas médicas para averiguar cuál era su padecimiento, le dieron uno de los peores pronósticos: tenía silicosis. Una enfermedad que le había producido su profesión. Era autónomo en el sector del mármol pero murió sin que la Seguridad Social considerara la silicosis como enfermedad profesional, excepto en los trabajadores de la cuenca minera.

La enfermedad se lo comía por dentro

Por esta razón, desde que Vicente murió, su familia pelea por este reconocimiento. Pero también para desahogar su indignación porque recuerda con enorme tristeza estos últimos 8 años. De todo, echan la culpa al material que su padre manejaba y cortaba a diario, el silestone o aglomerado de cuarzo.

En la lucha están especialmente la hija de Vicente, Laura Arcenegui (21 años), y su sobrina, Isa Guisado, que ha sido testigo directo de cómo a su tío la enfermedad se lo comía por dentro. “Él se especializó en encimeras, cuando salió el Silestone nadie le dijo que debía ponerse una protección especial porque es un material que se mete por todas partes, él trabajó todos estos años con una simple mascarilla”, explica. Y asegura que para trabajarlo «no basta con una mascarilla, debe tener protegida toda la cabeza y la ropa no debe ir a casa con ella porque el sílice se mete por todas partes».

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Vicente Arcenegui empezó a sentirse mal en 2008. Tenía continuamente fiebre y cansancio por lo que comienzan a hacerle pruebas médicas hasta que dan con la enfermedad que acabaría postrándolo en una cama de hospital durante sus últimos días de vida. Antes había sufrido 8 años de restricciones, con el reconocimiento de gran invalidez por parte de la Seguridad Social, porque “los pulmones se le había inflamado y endurecido de tal forma que cada vez se sentía peor”, cuenta su sobrina que ha vivido parte de la enfermedad junto a su hija y esposa.

Les dijeron que se moría el día de su cumpleaños

“Murió el 25 de febrero y unos días antes, el 18, los médicos le dijeron que ya no había nada que hacer. Había sido una persona fuerte, ni un resfriado en toda su vida”, cuenta Isa. Ese fue el día que su hija Laura se enteró de que su padre no tenía esperanzas de vida. Hasta poco antes de su muerte, él no había consentido que Laura supiera nada de la gravedad de la enfermedad del padre.

Y es que, según esta familia, el silestone está compuesto por un 94% de cuarzo natural, “es más dañino que el propio mármol, el trabajador tiene que ir recubierto para su tratado con una mascarilla y ropa especial que no puede llevar a su casa porque el polvo de sílice se cuela por todas partes”, explican ambas.

En estos años han buscado información sobre el material hasta hallar una asociación de enfermos que han difundido durante los últimos años los efectos de trabajar con el silestone. Ahora siguen su recorrido y denuncias, acuden a todas las movilizaciones que organizan, porque ya no pueden hacer nada por Vicente pero necesitan que se oiga la injusticia que supuso trabajar con este material durante su vida.

Una asociación que pelea por los afectados

La familia de Vicente está en la Asociación Nacional de Afectados y Enfermos de Silicosis (ANAES) que lleva desde 2012 asesorando y combatiendo los numerosos casos de desamparo en los que se encuentran los trabajadores a nivel de salud, social, económico. Son actualmente más de 80 socios. Y el 28, día de Andalucía, organizaron una concentración en las puertas del Teatro de la Maestranza, donde fueron entregados los premios. Su protesta era en contra de uno de los galardonados, Francisco Martínez-Cosentino, propietario de la empresa que inventó y vende este producto. Fue nombrado Hijo Predilecto de Andalucía el pasado 28 de febrero, premio que se une a los incontables que ya ha recibido por su labor empresarial.

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En esta lucha en la que se ha visto inmersa la familia de Vicente, están antiguos trabajadores de esta empresa y otros a los que les ha pasado como a Vicente, eran autónomos especializados en la preparación de encimeras de cocina cuya demanda creció sin parar con el boom de la construcción. Algunos, tal como publicaba eldiario.es, se han querellado contra la misma. La silicosis, según un informe de la Consejería de Salud, es la principal enfermedad profesional en Andalucía, aunque no está reconocida como tal. Ha desplazado incluso a las patologías derivadas de la exposición al amianto, según la monografía de ‘Comunicaciones de sospecha de enfermedades profesionales 2009-2016’, elaborada por el servicio de vigilancia de salud laboral de la Consejería de Salud.

La sede de ANAES está en Chiclana una de las localidades donde viven más afectados por esta enfermedad junto con el pueblo Cordobés de Montemayor. La razón principal es que en estas localidades se han llegado a concentrar el mayor número de marmolerías, todas distribuían esas nuevas encimeras de colores conseguidas a base de compactos de cuarzo.

El Grupo Consentino no ha respondido al requerimiento de información realizado por este medio, primero vía telefónica y después por medio de un correo electrónico a través del que se ha solicitado datos al respecto sobre el material registrado por esta empresa y que hoy en día está en más de 80 países repartidos por todo el mundo.

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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