Opinión
La libertad religiosa no es una concesión, es un derecho
Fidel Romero.
Después de tener toda esta información, quiero compartir una reflexión en primera persona sobre lo que está ocurriendo, no solo en Jumilla, sino en nuestra sociedad. Y empiezo por recordar lo que recoge nuestra Constitución Española. En su Artículo 16.1 se dice con claridad:
“Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.”
Vivimos en un país aconfesional, que respeta todas las creencias y protege el derecho a tener fe o a no tenerla. La libertad de ideología y de religión no es una concesión del Estado, es un derecho fundamental. Por eso, lo que ha ocurrido en Jumilla no puede entenderse de otra forma que como un nuevo episodio de racismo y xenofobia, que puede acabar derivando en algo mucho más grave: la normalización del odio.
La comunidad musulmana ha convivido con nosotros desde hace décadas. Han compartido nuestras calles, nuestras escuelas, nuestras costumbres. Y nosotros, con ellos. Siempre ha habido respeto mutuo, e incluso admiración por la capacidad de trabajar, de crear comunidad, de cuidar lo que es suyo y de aportar a lo colectivo. Durante muchos años no ha habido incidentes, ni tensiones, ni rechazo. Hasta que, como en otras partes de España, empezaron a calar los discursos que señalan, dividen y enfrentan. Discursos promovidos por la extrema derecha, amplificados en redes sociales y ahora blanqueados, en muchos casos, por el PP.
La persecución por razón de religión, raza o ideología no es nueva en Europa. Lo vivimos con el fascismo de Mussolini, con el nazismo de Hitler, con el franquismo aquí. Regímenes autoritarios que no solo impusieron un pensamiento único, sino que persiguieron y exterminaron a millones de personas por ser judíos, gitanos, comunistas, homosexuales, creyentes de otras religiones, o simplemente disidentes. El problema nunca fue la religión o la ideología, sino el odio institucionalizado que, cuando se siembra, acaba creciendo y destruyendo la convivencia.
Estamos en un momento muy delicado. Si seguimos permitiendo que se difunda el miedo al diferente, que se discrimine a quien reza en otro idioma o en otra dirección, acabaremos enfrentados como sociedad. Lo que está ocurriendo en Jumilla —negar un espacio público para una celebración religiosa— puede parecer menor. Pero no lo es. Es un precedente. Hoy es por la religión. Mañana será por la ideología. Y luego, por cualquier otra diferencia que incomode al poder.
Y digo esto con conocimiento de causa. Porque yo trabajé en Marruecos. Y allí, en mitad de un pueblo humilde, sentí el respeto profundo de su gente. Nunca me sentí señalado. Al contrario: me sentí acogido. Compartí casa, comida y trabajo con compañeros musulmanes que hoy sigo considerando amigos.
Recuerdo un día en particular. Estábamos frente a una mezquita, justo en la hora del rezo. Un compañero de la expedición con la que viajábamos me dijo:
—“Qué raro rezan esta gente, se agachan sobre una manta, se ponen de pie, se arrodillan…”
Y yo le respondí:
—“Imagina lo que puede pensar un musulmán sentado en la última fila de una iglesia en España, cuando ve que la gente se levanta, se da la paz, se arrodilla, se besa, se vuelve a levantar… Quizá también le parezca raro. Pero eso no nos hace enemigos, solo diferentes.”
El tema, amigo mío, es que cada persona debe tener la libertad de rezar a su Dios —o a ninguno— en paz, sin que nadie le mire con desprecio.
Yo, en mi condición de ateo, no creo en ninguna religión. Pero respeto profundamente a quienes sí creen. Porque el respeto es el primer paso para que también se respete lo que yo soy, lo que yo pienso. Y porque solo desde el respeto se construye una sociedad verdaderamente libre y democrática.
Si algún día gobiernan Vox y el PP sin frenos, ya no se limitarán a cerrar espacios de rezo. Empezarán a censurar ideas, a perseguir comunistas, a ilegalizar organizaciones, a señalar al disidente. Lo hemos visto en la historia. Y no estamos tan lejos de repetirla.
Lo que los datos también nos dicen
En Jumilla conviven hasta 72 nacionalidades distintas, siendo la comunidad marroquí la segunda más numerosa, con aproximadamente un 10?% de la población total, afincada desde hace décadas en el municipio. A pesar de esta presencia consolidada y de la integración silenciosa que se ha tejido durante generaciones, no consta que en los últimos 30 años se haya producido ni un solo gesto institucional relevante hacia esta comunidad: ni calles, ni placas, ni actos de reconocimiento, ni premios ni programas de visibilización específicos. Tampoco hay registro de que se haya impedido el uso puntual de espacios públicos a ningún colectivo religioso —hasta ahora.
Lo que está ocurriendo no es solo un cambio de normativa: es un cambio de actitud institucional.
Se pasa del respeto discreto a la exclusión abierta, de la integración práctica a la marginación simbólica.
Esta comunidad no solo reza: trabaja, cotiza, paga impuestos y mantiene con vida servicios públicos como colegios, centros de salud, instalaciones deportivas o planes sociales. No son “los otros”: son vecinos y vecinas de pleno derecho. Parte de esa España plurinacional, multicultural y profundamente trabajadora que no aparece en los discursos de odio, pero sí sostiene la vida cotidiana de nuestros pueblos.
Negarles el derecho a celebrar su fe en espacios públicos no es proteger la convivencia: es quebrarla.
-
Arahalhace 3 días
Arahal se sitúa como uno de los pueblos más seguros de la provincia
-
Sevillahace 1 día
El Ayuntamiento de Sevilla culmina la muerte programada del Ficus con la retirada de su cadáver
-
Arahalhace 3 días
Miriam Rodríguez López será la presentadora de la Coronación, Pregón y entrega de la Aceituna de Oro de la Fiesta del Verdeo de Arahal
-
Castilleja de la Cuestahace 2 días
La Policía Local de Castilleja de la Cuesta incorpora a cuatro nuevos agentes
-
Saludhace 2 días
Hoy se puede donar sangre en Utrera, Herrera, Alcolea del Río y San Nicolás del Puerto
-
Herrerahace 2 días
Nuevas instalaciones en la Escuela de Equitación de Herrera
-
Gelveshace 3 días
Gelves prepara su feria con una Junta Local de Seguridad
-
Guillenahace 2 días
Los vecinos de Guillena disfrutan del ‘Lunes al sol’ en Punta Umbría