Un alumno del IES Europa sufre quemaduras de primer y segundo grado en las piernas durante una clase práctica

Prendió el disolvente que se había derramado encima. Desde el lunes permanece ingresado en la Unidad de Quemados del Hospital Virgen del Rocío

A.I.

Un joven de 16 años de Arahal ha resultado con quemaduras de primer y segundo grado después de haber prendido el pantalón durante una clase en el IES Europa. Después de una primera cura en el Centro de Salud fue ingresado en la Unidad de Quemados del Hospital Virgen del Rocío.

Los hechos ocurrieron el pasado lunes, sobre las dos de la tarde. El joven, alumno del PCPI, estaba en una de las clases prácticas limpiando unas brochas con disolvente. Según cuenta su madre, Esther Cruz, a Arahal Información, “no sabemos cómo saltó una chispa y prendió el pantalón donde se le había derramado disolvente un rato antes”.

En un instante, sus propios compañeros y el profesor que atendía la clase, tiraron al alumno al suelo y le quitaron el pantalón apagándolo en ese momento. El joven fue trasladado por la directora del centro, María Sola, y la orientadora, Mercedes Saborido, inmediatamente al Centro de Salud, cuenta Esther Cruz y desde allí la llamaron.

En el centro sanitario local le hicieron una primera cura de urgencia y después lo trasladaron a la Unidad de Quemados del hospital sevillano, considerada la mejor de España, donde el parte médico fue que presentaba quemaduras de primer y segundo grado en ambas piernas. Una de ellas está afectada entera, la otra desde un poco más arriba de la rodilla hasta el tobillo.

Esther Cruz nos informa de que en unos días posiblemente realizarán al hijo una intervención quirúrgica en una de las piernas, porque tiene una zona muy afectada. Ayer estuvo muy nervioso, le subió la tensión y la fiebre, comenta su madre, pero hoy “ya está mejor, aunque nos queda que pasar un tiempo aquí”.

La directora del IES Europa ha estado pendiente del joven desde el primer momento. La madre considera que todo ha sido un accidente que debe servir a los jóvenes para “mediten y piensen que todo puede tener consecuencias”.

El joven está más animado, incluso ayer en la red social Tuenti dejó un mensaje de cariño dedicado a sus padres. Esther Cruz no ha dejado de coger el teléfono, “he recibido llamadas hasta de gente que no conozco, madres de compañeros que se han preocupado por mi hijo”.

Ahora sólo queda esperar. La madre del joven herido agradece que, al menos, “no hubiese sido peor, porque podía haberse quemado otra parte del cuerpo más visible”.