Concentración en Sevilla en repulsa al último asesinato machista

Redacción/Sevilla

El Ayuntamiento de Sevilla ha sido escenario hoy de una concentración de repulsa a la muerte de Cristina M., la joven rumana de 24 años de edad asesinada en Lepe (Huelva) el pasado sábado, presuntamente a manos de su expareja, un compatriota de 33 años de edad.

La concentración, presidida por el alcalde, Juan Espadas, ha sido encabezada por una pancarta en la que se podía leer el mensaje “No murió, fue asesinada”.

Mientras tanto, la delegación de Igualdad de la Junta de Andalucía en Huelva gestionará la adopción de las dos hijas de Cristina, de 2 y 5 años de edad, tras la renuncia de su familia materna a hacerse cargo de las menores.

La presidenta de la Asociación de Rumanos de la Costa Occidental de Huelva (ARCOH), Mihaela Ciliciu, ha dicho que la familia de la madre de las menores “no están en una buena situación económica como para hacerse cargo de las niñas”, de modo que la Junta, que se encarga de ellas desde el pasado sábado, será la entidad que se encargue de buscarles una familia.

Será así una vez que se ha descartado también que se haga cargo de las menores algún familiar del padre y expareja de la joven, detenido como presunto autor del asesinato.

Las niñas se encuentran en un centro de acogida de menores en situación de desamparo en la provincia de Huelva cuya ubicación se mantiene en secreto, gestionado por una entidad convenida con la Junta, con un equipo formado por profesionales como cuidadores, trabajadores sociales y psicólogos.

El trabajo, según fuentes de Igualdad, se centra en que las menores noten lo menos posible lo que está sucediendo en torno a ellas, manteniéndolas ocupadas con actividades durante buena parte del día.

De forma paralela se ha comenzado a gestionar la acogida temporal de las menores en una familia, con la prioridad de que se trate de un núcleo familiar que acoja a las dos niñas, para que no se separen en ningún momento.

Se trabaja con la posibilidad de una acogida temporal que podría traducirse en la adopción permanente, con lo que se busca un perfil de familia con recursos económicos y sociales suficientes para que termine todo el proceso en el mismo hogar.

Las mismas fuentes han señalado que se cuenta con la “ventaja” de que el suceso ha ocurrido durante las vacaciones de verano, de modo que hay unas siete semanas por delante para escolarizar a las niñas, sobre todo a la mayor, en un centro escolar sin tener que cambiarlas una vez comenzado el curso.

Aunque el plazo de escolarización ha terminado, los colegios cuentan con plazas vacantes para este tipo de casos, por lo que se espera que no haya problemas para que las dos niñas estén adaptadas al sistema escolar y a una nueva familia como mucho en septiembre.

Mientras tanto, varias familias se han ofrecido a adoptarlas, y así lo han comunicado tanto a ARCOH como al Ayuntamiento, sin que aún se sepa qué decisión se tomará en este sentido.