Los productos higiénicos nos salvaron de muchos contagios

A estas alturas de la pandemia, no es algo que sorprenda el hecho de que la mayoría de las personas prefieran vivir en una casa con jardín antes que en un piso. El estrés causado por el confinamiento del pasado año sigue latente y son muchos los que en este tiempo han decidido cambiar de lugar de residencia. Incluso tú mismo, que estás leyendo ahora este artículo, puedes estar planteándotelo.

Pero estas diferencias entre las comodidades de una y otra vivienda no son nada nuevo, han existido siempre y seguirán existiendo. También de cara a la protección ante contagios de enfermedades, como hemos podido comprobar en el último año.

Pero a pesar de ello si que hay ciertas cosas que se pueden hacer para mejorar las condiciones higiénicas de pisos y viviendas pequeñas y estas tienen que ver con la toma de medidas de protección sencillas, pero eficaces. Es algo obvio que en un bloque de pisos o una comunidad se está mas expuesto a contagios que en una vivienda unifamiliar. Sobre todo, porque existen zonas comunes que usan mucha gente a lo largo del día.

Las grandes ciudades son las más expuestas a estos problemas ya que son las zonas con mayor concentración de “vida en vertical”: grandes edificios y bloques de pisos las pueblan. Sus residentes se ven en la necesidad de extremar las precauciones desde que cruzan la puerta de casa, además de que se ven más afectados mentalmente por las restricciones en las salidas a la calle.

Una de las soluciones que se han tenido que poner en práctica en las comunidades de propietarios ha sido el mayor control de la higiene en las zonas compartidas y eso ha hecho patente un crecimiento notable en la venta de productos higiénicos desde marzo del pasado año y que sigue presente. Esto ha permitido mantener el Covid a raya dentro de espacios cerrados de edificios.

La higiene ha sido la herramienta clave

En estos momentos probablemente no haya nadie, negacionistas al margen, que no sepa de la importancia que una correcta higiene personal y de los espacios en los que nos movemos, ha tenido para que los efectos del Covid no hayan sido aún más devastadores. Está claro, que, con un menos control higiénico, el número de fallecimientos y enfermos habría sido notablemente superior. Sólo es necesario repasar lo acontecido en países donde las medidas de higiene dejan mucho que desear, como India o algunas regiones sudamericanas.

Es verdad que la vacunación está cambiando de forma rápida la incidencia del virus y que los efectos del Coronavirus son ahora mucho más leves que 12 meses atrás, pero hay algo innegable que no debemos olvidar. El Covid no se irá a corto plazo. Incluso puede que no lo haga nunca, por lo que seguir manteniendo la guardia alta en medidas de higiene seguirá siendo completamente necesario en muchos años. Y no solo por este virus, sino porque nadie puede asegurar que lo sucedido no vuelva a repetirse con otro distinto a corto o medio plazo.

Pero buscando el lado positivo, la pandemia ha hecho posible que todos seamos conscientes de la importancia que la protección y la higiene tiene para uno mismo y su familia. ¿Cuál ha sido la incidencia de la gripe y otras enfermedades infecciosas comunes durante este año? Mucho menor que en cualquiera de temporadas anteriores. Las medidas sanitarias e higiénicas aplicadas al Covid han funcionado para evitarnos contagios de muchas otras. Y eso se ha notado mucho, sobre todo, en los niños.

Así que, ¿qué tal si tomamos la situación como un aprendizaje de como debe la higiene estar presente en nuestro día a día?